No obstante lo hecho, quizá este pensamiento exceda lo utópico. Pero no estaría mal empezar por crear talleres de teatro, danza, música, etc. en los barrios, a fin de lograr la formación de hábitos ausentes, valorizando lo desconocido.
Estos ejercicios aportarían vínculos de mejor convivencia social y depurarían tensiones en su trayecto.
También podrían autorizarse donaciones libres de impuestos para ese fin, dar cursillos continuados al vecindario que incluyan previsión sanitaria, legal, educación vial, etc., creando cuerpos de "voluntariados sociales" con personal profesional retirado o jubilado en esos rubros, destacando sus méritos con menciones por estos progresos de urbanidad.
Hacer docencia jerarquiza la función del Ejecutivo con sus vecinos en obras perdurables.
Carlos H. Donoso, DNI 6.911.061