SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Los principales sanatorios enfrentan una severa crisis económica aunada a procesos de desalojo y confrontaciones judiciales que afectan inevitablemente la calidad de atención que reciben los pacientes-clientes y trazan un oscuro panorama sobre el sistema sanitario de la ciudad que está al borde del colapso.
Esa misma carencia de servicios, centrada en la falta de camas para internación, generó un paraguas sobre las irregularidades y deficiencias de las instituciones privadas. Tal la situación que se registra en el edificio del Hospital Privado Regional, que presenta serias falencias estructurales, o en el pedido de cambio de uso formulado por el grupo médico del Sanatorio del Sol para transformar en sanatorio el hotel que se construye en el ex policlínico Arbos, fuera del área prevista para el desarrollo de nueva infraestructura sanitaria.
Al margen de las irregularidades y limitaciones edilicias, la salud privada de Bariloche esta en terapia intensiva. La institución menos comprometida es el Sanatorio San Carlos que está ejecutando la obra de ampliación de sus instalaciones en medio de una convocatoria de acreedores de difícil resolución.
En cambio el Hospital Privado Regional y el Sanatorio del Sol comparten un conflicto judicial muy delicado, ambas instituciones fueron conminadas a desalojar el inmueble de 20 de Febrero 598 que, más allá de sus falencias estructurales, es el único edificio del sector privado construido específicamente para la Salud.
El HPR se allanó a la orden judicial confirmada en agosto de 2007 por la Cámara Civil de Apelaciones, en el marco de la causa "Adrimar SA con La Cumbre sobre ejecución hipotecaria sobre incidente de desocupación" que fue impulsada por los nuevos propietarios tras el remate del inmueble.
Pero la institución continúa usufructuando las instalaciones amparada en el recurso de casación que interpuso el médico Miguel González Robinson -ex directivo de Del Sol SA- que también beneficia al Sanatorio del Sol.
El expediente fue elevado al Superior Tribunal de Justicia en diciembre de 2007, fue formalmente admitido el 19 de febrero de 2008 y tendría término de resolución para el mes en curso.
Si el máximo tribunal confirma el desalojo el HPR se vería forzado a negociar con los propietarios del inmueble, con las dificultades que le impone el proceso de quiebra que tramita en el juzgado Civil nro. 5.
La Cumbre SA entró en convocatoria de acreedores el 17 de noviembre de 2001, seis meses después de inaugurar el hospital que administra, por una deuda cercana a los $8.900.000.
En cambio, el Sanatorio del Sol tendría escasas posibilidad de negociación, por la dura confrontación entablada en la justicia. Además de recurrir el desalojo, González Robinson emplazó a la propietaria Adrimar SA por la opción de compra convenida en un acuerdo de "compraventa o locación", planteo que fue rechazado en forma definitiva por al Cámara Civil.
Además el centro de Salud enfrenta la falta de contrato en su sede de 20 de Febrero 640, donde lleva 5 meses postergando el cumplimiento del convenio de desocupación suscripto con los propietarios del edificio, que venció el 31 de diciembre.
El gerente general del sanatorio, Carlos Jalil, indicó a "Río Negro" que la solución pasa por el edificio de diagonal Capraro 1216, donde se construirán unas 70 camas de internación que se sumarán a la escasa infraestructura sanitaria de la ciudad. "Necesitamos contar con la otra estructura para mudarnos cuanto antes", reconoció.
La habilitación de ese edificio también le permitiría al grupo médico Del Sol sortear airoso el recurso jerárquico impulsado por su socio en discordia, el HPR, pidiendo que se le revoque la habilitación sanatorial otorgada en función de la "agrupación de colaboración" que suscribieron ambas empresas en el 2002.