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Vecinos frustran robos y golpean a los ladrones | ||
NEUQUÉN (AN).- En dos episodios distintos ocurridos en las últimas horas, las víctimas de sendos asaltos se resistieron, atacaron a los ladrones y los mandaron al hospital. Uno de ellos estaría a punto de perder un dedo de la mano. Uno de los episodios ocurrió ayer a las 13:30 en una vivienda del barrio Banco Provincia. Allí, informó la Policía, un sujeto de 25 años con antecedentes delictivos golpeó la puerta y le pidió dinero a la mujer que lo atendió. La dueña de casa le dijo que no tenía. Entonces el ladrón se metió por la fuerza de un empujón. Las fuentes indicaron que estaba armado con un machete con el cual le provocó a la víctima un corte en el cuero cabelludo. Los gritos alertaron al hijo de la mujer que estaba en su habitación. El joven se trabó en lucha con el asaltante, le quitó el machete y le dio un golpe en la mano. Aparecieron luego otros vecinos, y entre todos le dieron una tremenda paliza al frustrado asaltante. Anoche el ladrón permanecía internado en el cuarto piso del hospital Castro Rendón, con custodia policial. Los médicos dijeron que presenta golpes de todo tipo, mientras que la policía indicó que podría perder un dedo. Interviene en el caso la comisaría 21 de Melipal. El otro hecho ocurrió el jueves a la noche tras el asalto a una verdulería del barrio Villa Ceferino. Alrededor de las 21 tres individuos ingresaron al local ubicado en Denis y Abraham y uno de ellos sacó de entre sus ropas un cuchillo Tramontina con el que amenazó y redujo a la propietaria. Los delincuentes se alzaron con dos cajas de vino, dos sobres de jugo y una gaseosa. Con el botín en sus manos se disponían a emprender la huida cuando fueron sorprendidos por el esposo de la verdulera, quien alcanzó a tomar de las ropas a uno de ellos mientras los otros se daban a la fuga. El comerciante, de gran físico, le dio varios golpes al ladrón y varios vecinos lo ayudaron. Luego, acompañado por otro vecino, se lanzó a perseguir a los otros asaltantes en su vehículo y le dio alcance a uno de ellos a las pocas cuadras. El comerciante dijo que había reaccionado así por la indignación que le provocó ver a su esposa con un cuchillo en la garganta. También agradeció la solidaridad de los vecinos que lo ayudaron a reducir a los asaltantes. Los sospechosos del robo quedaron en poder de los vecinos hasta que llegaron los patrulleros de la comisaría Tercera y se los llevaron detenidos. Una fuente policial dijo anoche que este tipo de reacciones de la gente están ocurriendo "cada vez con más frecuencia porque están cansados". | ||
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