BUENOS AIRES.- Las condiciones de sequía que persisten en las regiones lecheras del país, que se han extendido a toda la región central, preocupan a los productores del sector, quienes avizoran un invierno sin oferta forrajera para alimentar las haciendas y enfrentan un fuerte endeudamiento.

Así se desprende de datos relevados sobre la actividad por técnicos y dirigentes de la Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste de Buenos Aires (Caprolecoba), para quienes la prioridad uno pasa por dominar la seca y afirman que se necesita la ocurrencia de lluvias "urgentes" para los verdeos y 70-80 milímetros para impulsar la siembra de los cultivos de invierno.

Al referirse a las perspectivas que prevén para el sector, destacaron que los productores extreman sus esfuerzos por sostener la producción y el nivel de facturación.

"No quieren caerse", dijeron y puntualizaron que aunque la sequía sigue apretando, se aprovecha lo poco que queda para echar mano: las magras reservas que se pudieron hacer y la relación de precios con el maíz, que de 2,5 kilos de grano por litro de leche pasó a 1,8 kilos y más ajustadamente aún resulta aceptable.

Admitieron que se están restringiendo los pastoreos "a la fuerza", así como que se manejan rodeos encerrados, aunque se van consumiendo los silos y los rollos más rápido que lo habitual.

Esa situación se presenta, acotaron, mientras se profundiza el peso del endeudamiento, que empieza con los proveedores y termina con los bancos y, a este paso y si algo no cambia pronto, "resulta muy preocupante el horizonte del próximo invierno y la forma en que los tambos saldrán hacia la primavera", destacaron desde Caprolecoba.