"Presidente: crisi d´more con Verónica. Con il Milan crisi economica". Así decía una bandera enorme exhibida por los hinchas de Milan el domingo pasado en el estadio Giuseppe Meazza, en el clásico que terminó 1-1 con Juventus. Se dirigían al presidente y patrón del club, Silvio Berlusconi, premier italiano, y le hablaban sobre la crisis con su esposa Verónica Lario, que le pidió el divorcio, en un escándalo de primera plana. Pero eso no era lo importante para ellos. Sí querían reprocharle a Berlusconi porque, desde que se agravó la crisis económica y él es premier, ya no gasta tanto dinero para comprar refuerzos y Milan está dejando otra vez el título en manos de Inter, campeón por cuarto año consecutivo.
En Inglaterra, todos los hinchas de Manchester United gritaron "Sign him up" al DT Alex Ferguson luego de que Carlos Tevez anotó ayer un nuevo y notable gol de tacón, en el triunfo 2-1 ante Wigan que dejó al club de Old Trafford a las puertas del título de la Premier League. El "Sign him up" significa un reclamo a Ferguson para que diga al club que contrate definitivamente a Tevez, quien ya anunció que se irá a otro equipo, disconforme porque Manchester jamás negoció su posible fichaje definitivo.
Son reclamos acaso menos virulentos que el de la supuesta bandera exhibida el domingo por los hinchas de River: "La peor dirigencia de la historia". La bandera, en realidad un invento de un internauta que terminó como válida en la tapa del diario Olé, fue falsa. Olé pidió ayer disculpas por su error. Lo más gracioso fue cuando el tema pasó a ser tratado por las radios. En algunos programas casi se bloquearon los teléfonos con hinchas diciendo que, aún cuando la bandera era falsa, ellos estaban plenamente de acuerdo con su contenido. Es más, la queja más común fue que ellos se quejan a través de Internet, a través de banderas reales o virtuales, porque colgar una inscripción así de grande en el Monumental es imposible si no se negocia previamente con la barra. Y los barras, se sabe, suelen negociar con los dirigentes, en River o en el club que fuere.
River, se sabe, fue siempre un club muy politizado, lleno de agrupaciones. Y ahora, en tiempo electoral, el clima se recalienta. Como la bandera falsa, habrá muchas otras informaciones con el mismo olor a podrido. Un clima del que no será ajeno el periodismo, no por el error de Olé, que pidió amplias disculpas, sino por otros informes que tal vez no sean "errores", sino que obedezcan a lo que llamamos "operaciones de prensa".
Es decir, rumores "truchos" pero aún así deliberadamente impulsados en algunos medios. Otros, tal vez, elegirán a quién proteger. Porque River, además de ser un club muy politizado, también es un club político. De los dos más poderosos de la Argentina. El otro es Boca. Y muchos quieren ser como Mauricio Macri.
EZEQUIEL FERNÁNDEZ MOORES