Desde el primer minuto, Defensor demostró que no iba a ser un convidado de piedra en esta ida de los octavos de final de la Libertadores. Menos que menos, un actor de reparto. Y aunque Boca es Boca, y estuvo dos veces arriba en el marcador, los modestos "charrúas" lo empataron (2-2) y casi lo ganan.
Igual, y más allá del irregular rendimiento, el resultado es bueno para el xeneize, que el jueves próximo intentará abrochar la serie en La Bombonera.
El resultado del entretenido partido que se disputó en Montevideo reflejó lo que sucedió en la cancha, porque Defensor arrinconó a Boca en los primeros 45, pero la visita reaccionó en el complemento y se pareció más a ese equipo que es pura mística a nivel copero. Diez segundo tardó el equipo del "Polilla" Da Silva en llevar peligro, con un Vera que remató débil. Boca pegó inmediatamente, a los dos minutos, cuando el "Titán" metió una volea bárbara (su gol 201) tras un corner de Gaitán.
Desde ahí, se apagó el equipo argentino, y en Defensor comenzó a hacer daño el ex xeneize Julio Marchant. Al menos cinco situaciones claras tuvo el local para empatar. Con este panorama, lo mejor que le podía pasar a Boca era que finalizara el primer tiempo, porque la ventaja era en el resultado y no en el juego.
Las caras del banco de suplentes visitante lo decían todo, si hasta se asombraron más con el mal rendimiento del equipo que por el intercambio de piedras que hubo durante el primer tiempo entre las dos hinchadas. Boca no encontraba respuestas y se refugiaba cerca del "Pato", que ayer levantó el nivel, pero que tuvo responsabilidad en el segundo tanto. No extrañó que cayera el 1-1 a los 45, cuando Pintos bajó un corner con la mano y Gaglianone la empujó, para delirio local.
Casi como un deja vú, a la vuelta del descanso sólo iban 49 segundos cuando Marchant armó una exquisita jugada que no terminó en gol debido a una salvada providencial de Morel Rodríguez. Boca reaccionó, se adelantó en el campo, los volantes comenzaron a ser más protagonistas (sobre todo Battaglia y Vargas) y así llegó al desnivel. A los 11, el colombiano armó una buena jugada y cedió para Palermo, que intentó patear pero la pifió, aunque su blooper sirvió porque el balón quedó en los pies de la "Joya", que definió facil.
La ventaja tranquilizó a Boca, sus volantes comenzaron a manejar la pelota, los uruguayos se empezaron a desesperar y de la mano de Palermo, quien tuvo un par de chances para aumentar el marcador, se consolidó.
Con el correr de los minutos todo parecía indicar que nada haría peligrar la victoria, pero una desatención defensiva, que comenzó en un lateral local, encontró a todo el fondo xeneize dormido y Mora, sin oposición, de cabeza estableció la igualdad.
Más allá de la amargura porque el partido parecía ganado, este resultado no es malo para Boca, porque empatando sin goles o 1 a 1 en La Bombonera, se clasificará a los cuartos de final. Además, seguro podrá contar con su estratega JR Riquelme.