BUENOS AIRES (ABA) . - Primero se hizo la luz para iluminar el escenario del Gran Rex, luego fue el sonido con el tema "Cambiar" (producido por el ex Zas, Miguel Mateos) para recibir a los candidatos de las provincias a legisladores nacionales; y finalmente una lluvia de papeles picados le dio la bienvenida a los oradores. En el centro de todos ellos y de las miradas estuvo Elisa Carrió. Cerca de la mitad de la concurrencia vibró con ella. ¿Es el preanuncio de que la ex candidata a presidenta será la líder de la principal oposición no peronista en 2011?
Los datos y las opiniones recogidas del acto de anteayer en el teatro céntrico, dejan más dudas que certezas.
Por de pronto, la construcción de esta coalición -en la que Carrió tuvo méritos- ya dejó un par de "heridas": El cobismo (no hubo representantes de ese sector en las primeras filas) y el socialismo cuyo principal candidato a legislador por Santa Fe, Rubén Giustiniani también estuvo ausente. Es que tanto Julio Cobos como Hermes Binner, potenciales rivales de Carrió en el 2011, quedaron golpeados por dos recientes "estrategias" de esta última.
En el lanzamiento del martes a la noche, Carrió recibió dos señales de lo duro que será la lucha interna. Por un lado, tuvo que superar la respuesta de los militantes radicales que desde la segunda bandeja le reprochaban haber abandonado el radicalismo en los "malos tiempos". Carrió respondió haciendo referencia a los renunciamientos que tuvo que hacer para impulsar la coalición.
Los párrafos en que Carrió personalizó el discurso, como cuando dijo que solo pueden conducir una Nación quienes no les importa ir terceros o novenos en las listas (sabiendo que como tercera candidata va a obtener una banca) fueron mirados con desconfianza. En forma reservada las opiniones de los radicales se dividen entre quienes dicen que es muy pronto para hablar de candidatos para el 2011, quienes apuestan a Cobos, y aquellos (en minoría dentro de la UCR orgánica) que son atraídos por Carrió.
En esté escenario, Carrió juega muchas de sus chances en la elección parlamentaria del 28 de junio. En Capital Federal parece difícil torcer la diferencia que le ha sacado Gabriela Michetti; por eso apuntó todos sus dardos a la provincia de Buenos Aires.
Rescató las razones del voto peronista y convocó a abriles a los humildes las puertas de la cárcel del clientelismo. En tierra bonaerense toma fuerza su exponente allí, Margarita Stolbizer.
En el interior, el Acuerdo Cívico y Social conformó una estructura plural que va desde el conservador salteño, Ricardo Gómez Diez al vicepresidente de Federación Agraria, Ulises Forte.
Mantener la unidad de ese heterogéneo conglomerado será el principal desafío de Lilita o quien pretenda conducir este amplio sector.