Argentina, conocida en el mundo por la calidad de sus carnes bovinas, podría verse forzada a importarla en 2011, advirtió ayer un estudio de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).

"No hay duda de que Argentina a partir de 2011 deberá, siguiendo con el mismo consumo per cápita, importar carne", concluye el informe de CRA. El reporte tiene asidero también en un trabajo de la secretaría de Agricultura, divulgado el martes por la prensa, según el cual la producción de carne caerá de las 3,11 millones de toneladas estimadas para este año a 2,67 millones de toneladas en 2010. Si tal merma productiva ocurre, el país estaría obligado a comprar en el extranjero para cubrir la demanda interna.

El estudio oficial eleva la demanda en el mercado doméstico a 2,68 millones de toneladas en 2010, 1.000 por debajo de la producción estimada para ese año.

La CRA atribuyó el fenómeno al alto nivel de consumo doméstico y a que no se modifican políticas del Gobierno que, según los productores, desalientan la producción.

Entre las causas, la entidad señala la intervención sobre los precios en el mercado local a partir de 2005 y el control de exportaciones desde 2006. La baja de la producción llevó a un aumento de la faena de hembras para cubrir la demanda, con consecuencias negativas para la producción de terneros, indicó el informe.

Los argentinos están entre los más altos demandantes de carne vacuna del mundo, con un consumo que se estima entre 68 y 73 kilos per cápita anual. Argentina tiene unas 55 millones de cabezas de ganado vacuno, que se destinan en su mayoría al consumo interno, mientras las exportaciones reportaron divisas por 1.500 millones de dólares en 2008. (DyN)