Miércoles 13 de Mayo de 2009 Edicion impresa pag. 32 > Policiales y Judiciales
El relato de un testigo

Hacía frío esa noche. Igual andaba gente en el centro.

Yo paseaba con mi auto. Paso por detrás de la terminal por calle Alem y cuando llego a Italia doblo a mano derecha. Tomo por Italia y llego al semáforo. Delante de mí, viniendo por Urquiza dobla una camioneta Peugeot 504 color blanca con una compuerta roja. Hace unos 20 o 25 metros y se detiene.

Observo que el acompañante le indica con la mano al que conducía una vivienda con un cartel. Me llamó la atención la actitud, por la hora.

Cuando voy acercándome, alcanzo a leer "Chubutense".

Al pasar al lado de la camioneta, nos miramos un instante con el acompañante. Me resultó conocido, pero no lo ubicaba.

Seguí por calle Italia, llego al otro semáforo y miro por el espejo retrovisor: la camioneta ya no estaba. O se había estacionado por ahí cerca o se había metido en el pasaje Santiago del Estero.

Cuando cruzo la estación de servicio por calle San Martín, se pone a la par mía una F-100 gris clara con una franjas color verde agua y vidrios polarizados. De a poco se adelanta. Llego al semáforo de calle Belgrano, a la derecha de donde está la confitería Exedra, y quedo atrás de la camioneta.

Observo por el reflejo de la luz de la calle que adentro van tres personas y veo que en la compuerta de la caja de la camioneta, del lado izquierdo, hay una calcomanía que dice "Xtreme".

"Es el novio de mi vecina", pienso. A esta camioneta siempre la veo estacionada en la esquina de la casa de mi madre, por lo general al mediodía.

Me adelanto a la camioneta. Cruzó Ridavavia y de pronto la camioneta se adelanta rápido por mi derecha, frena y se detiene a mitad de la plaza. Alguien baja de la camioneta y yo paso de largo.

Llego al semáforo de Mitre y veo que una persona viene de campera roja cruzando, en forma apresurada, como que salía del pasaje y se queda parado en la esquina. Lo veo bastante retirado del cordón, mirando hacia calle Julio A. Roca. Me pareció extraño que no cruce, estando en verde el semáforo.

Al pasar el semáforo nos miramos un segundo, él baja su cabeza y la da vuelta mirando al suelo.

Voy por San Martín. Cruzo Pellegrini y a la altura del badén escucho un estampido.

Paro, abro la puerta y miro debajo del auto. Pensé que había saltado una bujía, acelero; no, mi auto no tenía nada.

Más adelante, veo que viene un patrullero a contramano: un Renault 12 azul con las puertas delanteras blancas.

Se detiene a mitad de cuadra, justo detrás del galpón de la Ford, baja un policía con una linterna y comienza a revisar detrás de un árbol.

En 9 de Julio con Rivadavia, donde está Tía, a mi derecha viene bajando un auto a mucha velocidad, freno, y cruza el semáforo en rojo un Renault 12 color blanco (era del personal de civil de la Seccional Segunda, conducido por García alias "Charly" acompañado por el oficial Videra alias "Pato"). Al cruzar me miran y siguen velozmente por Rivadavia.

¿Qué hacía este móvil fuera de su jurisdicción? ¿Qué pasó? Algo jodido, pienso.

Cruzo Rivadavia, sigo por 9 de Julio y cuando llego a Mitre va llegando una ambulancia al edificio. Delante, en contramano estaba parado en la calle, el móvil que yo había visto antes: el Renault de Charly y Videra, y más arriba, el patrullero que vi detrás de la Ford, ya cortando en la Roca.

Eran los únicos policías, que estaban en ese lugar, siendo que a 150 metros de ahí está la Unidad Regional, el personal de civil de la Seccional Primera, la Brigada de Investigaciones y el Comando Radioeléctrico. Todo en ese perímetro. Ninguno de ellos está.

Me llama la atención; el único móvil que está es el del personal de civil de la Seccional Segunda y un patrullero de la Seccional Primera.

Para entonces se había formado un tumulto. Reconozco a un chico, el hijo de un amigo. Lo llamo, y al acercarse al auto le pregunto:

- ¿Qué pasó?

- No sé. Parece que se suicidó un viejo...

Pienso que el hombre debió tirarse desde el edificio.

Llego a mi departamento, y sin prender la luz, miro por la ventana. En eso pasa el Renault 12 con Videra y Charly: pasan despacio, mirando mi casa. Me llamó la atención eso, me quedé ahí aproximadamente diez minutos, pegado a la ventana y vuelven a pasar. ¿Me venían siguiendo? ¿Andan atrás mío?

Al día siguiente, voy a casa de mi hermana.

La tele estaba encendida.

- ¿No te enteraste?

- No, ¿de qué?

- ¿De que mataron a un periodista? Gangeme.

- ¿Quién es Gangeme?

- El del Informador Chubutense.

No sabía quién era Gangeme. Pero por la televisión pasan una foto grande de él.

¡Lo conozco. Es el fantasmita!

El relato corresponde a José Luis Vera, quien fue uno de los testigos protegidos de la causa.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí