JERUSALÉN.- El discurso sobre el Holocausto de los judíos por los nazis pronunciado el lunes por el papa Benedicto XVI en Jerusalén causó decepción y creó polémica ayer en Israel, donde se le reprochaba la "frialdad" y la "abstracción" de sus palabras. "Omitió mencionar que los alemanes o los nazis participaron en la matanza, y no tuvo una sola palabra para pedir perdón o por lo menos expresar remordimiento o compasión por las víctimas", lamentó el rabino Meir Lau, presidente del Memorial del Holocausto de Jerusalén.

Lau, sobreviviente de los campos de exterminio, señaló que el Papa habló de judíos "muertos", en lugar de "asesinados", y no dio su número.

"Durante el Holocausto, seis millones de santos fueron asesinados", recalcó también el ministro israelí de Interior, Elie Yishai.

La polémica llegó a tal punto que el vocero del Vaticano, el sacerdote Federico Lombardi, se vio obligado inclusive a desmentir oficialmente que el Papa haya formado parte de la Juventud Hitleriana.

El jefe de la Iglesia católica tuvo que atender también otro frente, con los musulmanes, recelosos tras sus declaraciones de 2006 en las que vinculaba la violencia con ese culto.

Sin embargo, nada más bajar del avión que lo llevó a Israel, Benedicto XVI condenó el antisemitismo y el negacionismo, calificándolos de "repugnantes".

Ayer, en su segundo día de visita a Israel, el Papa celebró su primera misa al aire libre en Jerusalén, ciudad emblemática para las tres religiones monoteístas.

Por su parte, el presidente del Parlamento, Reuven Rivlin, afirmó: "no fui al Memorial para oír una descripción histórica del Papa sobre los hechos del Holocausto, sino con la esperanza de que pediría perdón por nuestra tragedia, debida principalmente a los alemanes y a la Iglesia. Desgraciadamente, no hubo nada de eso".

Antes de viajar a Israel, Benedicto XVI había alimentado la polémica multiplicando las torpezas políticas o teológicas.

El Papa provocó indignación al levantar la excomunión al obispo nazi británico Richard Williamson y al reanudar el proceso de beatificación del papa Pío XII, a los que los judíos reprochan su silencio frente al genocidio nazi.

(AFP y DPA)