El papa Benedicto XVI oró por un rápido levantamiento del embargo impuesto por Israel a la Franja de Gaza, controlada por el movimiento islamista palestino Hamas, en una concurrida misa de campaña celebrada el miércoles frente a la basílica de la Natividad de Belén, Cisjordania.
"Ruego para que el embargo sea levantado en breve", dijo el Papa a las cerca de 8.000 personas congregadas frente a uno de los templos más importantes para los católicos. "A los peregrinos devastados por la guerra (...) les pido que transmitan a sus familiares y a sus comunidades que los guardo en mi corazón y mi tristeza por las pérdidas que han sufrido, por las dificultades y los sufrimientos padecidos", dijo el Papa.
Un centenar de residentes de Gaza (cerca de tres cuartos de los permisos solicitados) obtuvieron autorización de Israel para asistir a la misa en Belén. "Reciban mi solidaridad para la inmensa tarea de reconstrucción a la que tienen que hacer frente y mis oraciones para que el embargo sea levantado", clamó el Papa en esta ciudad de Cisjordania.
Israel llevó a cabo desde el 27 de diciembre al 18 de enero pasados una vasta ofensiva contra la franja de Gaza, que causó la muerte de unos 1.400 palestinos. La ofensiva obedeció al propósito declarado de hacer cesar los disparos de cohetes contra el territorio israelí.
El Estado hebreo bloquea Gaza desde junio de 2007, cuando Hamas se hizo con su control. Cisjordania -administrada por la Autoridad Palestina, rival de Hamas- y Gaza forman parte de los territorios ocupados por Israel tras la guerra de los Seis Días en 1967.
Para llegar a Belén, el Papa tuvo que cruzar el polémico muro de separación construido por Israel en Cisjordania. En su homilía, el Benedicto XVI invitó a los palestinos a "no tener miedo", aun en las "situaciones humanas más oscuras y desesperadas". Los palestinos, agregó, "no sólo necesitan estructuras económicas y políticas, sino algo aún más importante, una nueva infraestructura espiritual", agregó.
AFP