Ayer, en la Casa de Río Negro en Buenos Aires, con la presencia del Dr. Santiago Ibarrolaza, Subsecretario de Política Criminal del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) cuya dirección ejerce en forma interina; Maximiliano Altieri, Delegado Regional por Patagonia del Instituto Nacional del Teatro; y Gladis Contreras, del INT, se firmó el Convenio de Cooperación para realizar dos experiencias pilotos de talleres teatrales para internos en las penitenciarías de Viedma y General Roca.

El INT aportará los honorarios para que dos docentes de destacada trayectoria se hagan cargo durante ocho meses de talleres de teatro. "La propuesta es que sean formativos y concluyan con una puesta final donde el Instituto hará el apoyo logístico para que esto sea posible. Comenzamos con dos experiencias piloto", amplió Altieri. "De parte del INT es una cuestión que viene desarrollando en distintas zonas del país y desde hace ya mucho tiempo en algunas provincias. Queríamos ser partícipes de este interesante programa. Las penitenciarías seleccionadas se relacionan con lugares donde no estábamos con políticas teatrales impulsadas desde el Instituto."

"En el 2005, con la decisión política del gobierno provincial de crear el Servicio Penitenciario Provincial (SPP), pusimos en marcha un modelo civil, progresista, no militarizado, distinto al del resto del país. Gradualmente estamos sacando la policía de las unidades y eso tiene toda una cuestión simbólica muy fuerte que hoy se ve ratificada en esta clase de actividades como la teatral. Buscamos profundizar los procesos de resocialización y reinserción. La cárcel de Viedma tiene el 80% de inserción escolar y laboral en todos los internos, no se registran conflictos entre ellos y la gran mayoría de los que tienen salidas transitorias, prisión domiciliaria o salen en libertad, podemos decir que se insertan socialmente y no reinciden. Roca es diferente, con otro nivel de complejidad, internos con otras características. Por eso, apostar a realizar talleres de teatro y que éste interactúe entre los internos, es todo un desafío donde vamos a procurar el mejor de los resultados y un camino interesante?", dijo Ibarrolaza

-¿Mejora la convivencia, la capacidad de comprensión de lo que les ha sucedido?

-La convivencia, absolutamente, de eso no tengo dudas. Cuando generamos talleres de todo tipo, los internos sienten que empiezan a tener un protagonismo diferente. Muchos de ellos no han tenido posibilidades de ser diferentes y cuando pueden trabajar, estudiar, hacer teatro, interactúan, se comportan de otro modo. Hay una evolución notoria en los conceptos y en las conductas. El gabinete criminológico lo evalúa y sigue permanentemente y por eso apostamos a un modelo penitenciario donde se trabaja mucho más el proceso de reinserción.

EDUARDO ROUILLET

eduardorouillet@ciudad.com.ar