El enfrentamiento entre Graciela Ocaña y Hugo Moyano, que involucra unos 1.700 millones de pesos, sumó ayer un nuevo capítulo. La titular de la cartera de Salud aseguró que allegados al secretario de la CGT querían su ministerio.
"El otro día escuché que alguna de las personas que están dentro de su grupo querían mi ministerio", respondió la ministra, en una entrevista con América TV.
Aunque no hizo nombres propios, Ocaña se refirió a los dichos de Pablo Moyano, hijo del líder cegetista, que hace tres semanas había reclamado "ocupar lugares de decisión como un ministerio y distintos lugares donde se generan las políticas de defensa de los trabajadores".
En ese contexto, la funcionaria agregó que "no corresponde ni a Moyano ni a ningún otro poner o sacar ministros", sino que sostuvo que "es una decisión de la Presidenta".
Por otra parte, al ser consultada sobre su posible renuncia, respondió: "Yo estoy trabajando con un enorme compromiso, todos los días, muchas horas, para solucionar en parte los problemas que los argentinos tenemos en los temas sanitarios. La verdad es que esa decisión, la comunicaré oportunamente".
De todos modos, aclaró que "todos los ministros" saben cuando asumen que han presentado su renuncia. "Quizás no sea después de las elecciones, quizás sea mañana mismo. La verdad es que la decisión está en manos de la señora presidenta".
Por último, insistió: "Los ministros no son más que asistentes, secretarios del Poder Ejecutivo Nacional".
La pelea entre Ocaña y la CGT está marcada por su resistencia a dejar en manos de los gremios unos 1.700 millones de pesos de la Superintendencia de Salud la dejaron al borde de la renuncia, de la que la rescató la presidenta Cristina Kirchner.
Así, el enfrentamiento político tiene un trasfondo económico que asciende a 1.700 millones de pesos, que es el monto de los fondos de la Superintendencia de Seguros de Salud.
