EL HOYO (AEB).- Un buscador de oro dio con una treintena de curiosas huellas sobre unas piedras próximas al paraje El Desemboque, dentro del ejido de esta localidad chubutense. Un lugar que no sólo esconde esos tesoros sino también la posibilidad de encontrar pepitas de oro.
Según un experto consultado, el lugar y sus huellas "merecen un estudio pormenorizado antes de tener una determinación científica precisa". Por eso aún no se sabe si las huellas son pisadas de un animal prehistórico o quizás "el corte en sección de un fósil de un organismo tubular, tipo esponja, al que el paso del glaciar expuso con los años". "Es que -aclaró un geólogo- hay algunos puntos a dilucidar. La piedra sobre la que están los rastros es sedimentaria y está claro que ha sido erosionada por glaciares".
En torno al hallazgo, bosques de enormes coihues, cipreses, cascadas con nalcas y helechos dan una vista de espectacular belleza natural para montar un parque temático con dinosaurios, hadas y duendes.
El sitio aún se mantiene en secreto para la mayoría de los habitantes de la comarca andina, a pesar de que está ubicado a escasos metros de la ruta de ingreso. Cerca de allí, el propio cauce del río y una pequeña catarata cercana brindan la alternativa de "encontrar pepitas de oro de buen tamaño. Es un metal que sigue presente en muchos de los arroyos de la cordillera, sólo hay que saber hallarlo", razona el guía.
Unos diez entusiastas buscadores se nuclearon en una cooperativa minera artesanal, a la que bautizaron con un sugestivo "Milla Che" (gente de oro). La organización está integrada por Freddy Lozada, Manuel Velázquez y Marcelo Ivandic, entre otros. Ya se han matriculado ante el INAES y están promoviendo "la minería en la región a escala artesanal" de oro y piedras ornamentales. También quieren avanzar "en proyectos con posibilidades turísticas", a partir de ofrecer el recurso y su halo de fantasía.
