COLOMBO (AP).- Al menos 378 civiles -entre ellos un centenar de niños- murieron en las últimas 48 horas tras la ofensiva lanzada por el ejército de Sri Lanka contra rebeldes de la guerrilla de los Tigres Tamil, informó ayer la ONU, que calificó de "baño de sangre" la situación.

"Las Naciones Unidas advirtieron continuamente a las autoridades sobre el escenario de un baño de sangre. El gran número de civiles muertos el pasado fin de semana, entre ellos más de cien niños, demuestra que se hizo realidad", dijo el portavoz de la ONU en Colombo, Gordon Weiss.

La ONU y distintas organizaciones no gubernamentales (ONG) vaticinaron que se produciría una catástrofe en la región, ya que miles de civiles se encontraban atrapados en el noreste de la isla, en la zona de combate donde el ejército lanzó una ofensiva contra los rebeldes tamiles, informó la agencia italiana ANSA.

El ejército de Sri Lanka responsabiliza a los Tigres Tamil de la matanza, mientras los rebeldes apuntan contra el gobierno, al que acusan de bombardear las zonas donde se encuentran los refugiados que escaparon de las zonas de guerra.

La guerrilla separatista de los Tigres Tamiles acusan al gobierno de una "masacre continua", y anunció que son al menos 3.500 los muertos en los últimos dos días y 130.000 los refugiados en las zonas de guerra sin asistencia ni reparo adecuado.

Por su parte, informes del gobierno de Colombo comunicaron que disparos de artillería al parecer mataron a 378 civiles e hirieron a más de mil personas, pero atribuyen las víctimas a que los rebeldes tamil usan los civiles como escudos humanos. El Ministerio de Defensa de Colombo, en tanto, se apresuró a anunciar que puso a salvo en las últimas 48 horas al menos a mil civiles, y que liberó a una veintena de niños soldado obligados por los Tigres a empuñar las armas. Según estimaciones de la ONU, 6.500 civiles murieron y 14.000 resultaron heridos entre finales de enero y mediados de abril, durante la ofensiva final del ejército contra la insurrección separatista.