"No voy a ser candidato, eso lo firmo ahora mismo", aseguró tiempo atrás el jefe de Gabinete, Sergio Massa, a un grupo de periodistas en la Casa de Gobierno que, ni cortos ni perezosos, le ofrecieron un papel para que pusiera su rúbrica.
Esto ocurrió el 10 de marzo pasado y la hoja con la fecha y la firma de Massa quedó guardada por los cronistas.
Ahora que el jefe de Gabinete sumó su nombre a la nómina de candidaturas "testimoniales" en el cuarto lugar de la lista del oficialismo en la provincia de Buenos Aires, esa negativa por escrito tomó nuevamente actualidad.
La candidatura de Massa no fue sorpresa para nadie ni en la Casa Rosada ni en el kirchnerismo, pero está claro que el funcionario no tenía entre sus planes políticos volver a ocupar un lugar en una boleta.
En caso de dejar el gabinete nacional, Massa sólo esperaba volver a la intendencia de Tigre, cargo al que -por las dudas- tomó la precaución de no renunciar sino de tomar licencia.
Sin embargo, una cosa son las decisiones personales y otras las necesidades de la política. En este caso, pese a la resistencia que sostuvo durante semanas, el jefe de Gabinete finalmente debió sumarse a la boleta que encabezan Néstor Kirchner y Daniel Scioli en el distrito electoral más importante del país.
En este sentido, el titular de la UCR, Gerardo Morales, fustigó ayer la confirmada candidatura y señaló con ironía que "sólo le falta ser técnico de Tigre".
"Es bochornoso. Massa va a tener tres cargos. Ahora, lo único que le falta es ser técnico de Tigre", deslizó Morales tras presentar la impugnación a la candidatura del jefe de ministros, junto a la de Néstor Kirchner y Daniel Scioli (ver nota central).
´No puede ser que se falsee la voluntad de la gente´, sostuvo Morales sobre el funcionario, quien además mantiene injerencia sobre la dirigencia del Club Tigre.
