Los pronósticos indican que será una final para el infarto y en los tres primeros juegos se cumplieron todos. Rápido para los mandados, Atenas recuperó la localía y ayer le ganó a Peñarol, por 76-74, en Mar del Plata.
Cuando el equipo de Sergio Hernández sorprendió al Griego en el Orfeo cordobés, muchos pensaron que estaba a pedir de "Peña", pero no fue así, porque los de Rubén Magnano jugaron con autoridad, reaccionaron en el momento justo y se llevaron el tercero, para liderar 2-1.
Una de las claves del encuentro de ayer estuvo en las pérdidas, porque el dueño de casa se desconcentró, sumó 15 y resignó gran parte del juego. El visitante, en cambio, apenas tuvo 5 y todas en la primera mitad.
Con un trabajo muy sólido, Peñarol sacó la primera ventaja, a partir de una gran tarea de Pablo Rodríguez y Román González. Sin embargo, una ráfaga de Andre Laws (9 puntos en el segundo cuarto) permitió la reacción de Atenas, que dijo presente en el Polideportivo por primera vez en la noche.
A la vuelta del vestuario, el local sacó la máxima (52-42), pero en ese preciso instante arrancó el partido cambiante, ése que está para cualquiera. En un par de ataques, el Griego se puso a tres (52-49) y quedó la sensación de cierre apretado.
En el quinteto cordobés hubo más concentración, mejor defensa y mayor aporte desde el banco, en especial con 4 puntos de Bruno Lábaque cuando la pelota quemaba.
Peñarol, en cambio, sumó pérdidas, Fernando Malara falló un libre clave para empatar y así, Atenas recuperó lo que es suyo: la localía. Mañana, en el mismo escenario irá el cuarto punto de una final que promete ser larga y ya es apasionante.
Barrida de los Cavs: Cleveland venció 84-74 a Atlanta y se metió en la final del Este en la NBA. El MVP, LeBron James, metió 27 puntos y los Cavs definieron la semifinal por 4-0. Ahora se medirán con el vencedor de Boston-Orlando, que están 2-2 y hoy jugarán el quinto partido.