Lunes 11 de Mayo de 2009 Edicion impresa pag. 29 > Cultura y Espectaculos
Barea, el rey de la improvisación
Peter Pank y Goyo Anchou filmarán el documental "La peli de Batato", sobre el clown y performer porteño.

Buenos Aires (Télam).- La vida del recordado clown, actor y performer argentino Batato Barea, con su estilo de humor corrosivo y la herencia que el under porteño de los ´80 dejó a las nuevas generaciones, son los temas del documental "La peli de Batato", que los realizadores Peter Pank y Goyo Anchou están próximos a filmar.

Podría decirse que es una iniciativa del propio Batato, que le cedió a Pank -y le pidió que usara- material fílmico inédito que lo muestra en momentos memorables que él vivió en el under de los 80, tanto en el Centro Cultural Ricardo Rojas -donde actualmente la sala principal lleva su nombre- como en el Parakultural y el Parakafé.

"La idea surgió a partir de una entrevista que Pank le hizo a Batato antes de su muerte, en diciembre de 1991. Es una charla de una hora, aproximadamente, con Batato hablando a cámara y haciendo un repaso de su vida", explicó Anchou, quien conoció a Pank cuando filmaron el video "Soy una neurona con curvas", que lo muestra en su faceta de performer.

En una entrevista con Télam, Anchou afirmó que "Batato era pura improvisación, un verdadero antiactor, porque salía al escenario con la mente totalmente en blanco, y a partir de esa instancia generaba conexión y códigos propios con los espectadores".

"Era corrosivo de manera indirecta. Él era un clown, pero rompió con todo y comenzó a hacer improvisaciones y recitados de poesía en lugares under, donde hacía shows cómicos con la cara siempre neutra, vestido de travesti", agregó Anchou.

"Se puso tetas de siliconas y siempre las mostraba en sus performances. Su personaje -agregó el cineasta- era su vida y muchas veces se le borroneaban los límites entre el escenario y la vida real. No se sabía cuál era el límite".

Multifacético e inclasificable, maestro de la ambigüedad y la androginia, provocador, corrosivo, pero amable al mismo tiempo, Batato se autodefinía como "clown-literario-travesti", porque mezclaba con humor el clown y la poesía. Sin embargo, más allá del brillo de su actividad artística, la vida de Batato encerraba mucho dolor, ya que estaba enfermo de sida y además tenía una tremenda obsesión con un hermano que se suicidó cuando tenía 17 años, y de cuya desaparición se sentía culpable.

"Hay muchas manifestaciones actuales del clown que responden a lo que Batato hizo en los escenarios. Sin embargo, muy poca de la gente que lo tiene como referencia y le rinde pleitesía lo vio o lo conoció personalmente", señaló Anchou.

Según el director, el objetivo de la película es entender "la actividad del clown de los 80 y buscar sus influencias que dejó en las performances del under actual. Queremos anclarnos en la realidad a partir de la movida que se desarrolló en aquel momento de mucha improvisación".

"¿Cuál es la herencia artística que Batato Barea dejó para la actualidad del clown y otras expresiones teatrales en el país?, esa es la pregunta fundamental que intentaremos responder con este filme", agregó.

Ganador del Concurso Raymundo Gleyzer del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el proyecto cuenta con la ayuda y colaboración de la Universidad del Cine de Buenos Aires y el museo "Batatópolis", que funciona en el barrio porteño del Abasto, en lo que fue la casa de Batato.

"Buscamos material de archivo en formatos amateurs y además tenemos 12 horas de material de archivo que lo muestra a Batato desde sus primeros ejercicios como clown, cosas del Clu del Claun, hasta sus últimas performances en el Parakafé ya con las tetas puestas", destacó Anchou.

"La peli de Batato" también recordará su paso por la tevé, donde trabajó con Antonio Gasalla, Moria Casán y Nicolás Repetto, y cómo se convirtió en el artista que le abrió las puertas de ese medio a toda una vanguardia de actores y clowns del under, como Alejandro Urdapilleta y Humberto Tortonese.

"Batato se murió habiendo sido el que abrió las puertas para que todos ellos entraran a la televisión, pero irónicamente él no pudo hacerlo. Sin embargo, incluso antes de morir, él ya era un mito", recordó el cineasta.

"Tenía un humor muy amable y querible, era tierno y bueno. Se diferenciaba mucho del estilo comprometido y político del Teatro Abierto, porque lo suyo era más existencial, y pasaba de la macro a la micropolítica para dedicarse más a la comedia de sí mismo", dijo Anchou.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí