Muy pocas veces resulta fácil ser paciente oncológico, sobre todo cuando en la provincia de Río Negro hay que andar deambulando para conseguir ser atendido correctamente.
Ante la falta de gran complejidad aparecen las derivaciones hacia otras ciudades o bien hay que apelar a la solidaridad para conseguir medicamentos. Por lo menos algunos pacientes de esta ciudad tuvieron que vivir esa experiencia apelando a entidades que suelen donar las costosas drogas que en ciertos casos cuestan un mínimo de 1.000 pesos por caja. Entre estas entidades se menciona la Fundación Flexer (comoayudar@fundacionflexer.org), Banco de Drogas (apostar@dwebsa.com.ar) o el sitio www.apostaralavida.org.ar
Con la infraestructura pasa algo similar. La ciudad de Viedma cuenta con cuatro mamógrafos pero por lo que sabe sólo uno funciona y está en poder de privados, que ofrece servicios tercerizados al sector público. En el hospital Zatti de esta capital, la atención con esta aparatología está suspendida.
Con los aceleradores lineales se observa una superposición. En el Alto Valle existen dos en un radio de 60 kilómetros, pero Viedma no consigue ponerlo en funcionamiento.
Este equipo de alta complejidad fue adquirido hace casi tres años y desde casi el mismo tiempo se encuentra en una chacra del Idevi a la espera de su instalación en un edificio adecuado para ello. El equipo está diseñado para ofrecer radioterapia de última generación que serviría para la atención no sólo de pacientes de Viedma que requieren un tratamiento oncológico sino también de San Antonio, todo el Valle Inferior y la costa atlántica, inclusive de provincias limítrofes como Buenos Aires y Chubut.
En la actualidad quienes requieren de esta prestación deben trasladarse a la zona del Alto Valle, Bahía Blanca o la Capital Federal con el desmembramiento familiar y los costos que esto implica (AV).