CATRIEL (ACA).- Mario Martinetti, el padre de Marina y suegro de César Revoredo, la pareja que denunció apremios ilegales en diciembre del 2006 y cuyo juicio se realizó la semana pasada, reflexionó sobre las dificultades para acceder a la Justicia en Catriel, por la ausencia de juzgados en la localidad.
Mientras aguarda el día 15 para conocer la sentencia del juicio por apremios, que se leerá en Cipolletti, Martinetti opinó que "el Estado debe velar por la integridad de todos, no debe convertirse en represor por las agresiones y abusos de la policía".
Refiriéndose a las dificultades que debe sortear los catrielenses para acceder a la Justicia señaló: "Acá no hay un fiscal que reciba este tipo de denuncias, entonces el agredido y los testigos tienen que trasladarse a Cipolletti, doloridos por los golpes recibidos, perdiendo tiempo de su trabajo y haciéndose cargo de todos los gastos. Muchas personas no están en condiciones de hacerlo. Éstas son ventajas para los agresores ya que, en la mayoría de los casos, ni siquiera se hace la denuncia. Además existe un desconocimiento general de los derechos de los ciudadanos que llevan a la práctica prejuiciosa del ´algo habrán hecho´ o de ´plantear dudas insinuando un interés de la víctima´ o a la patraña de ´transformar a la víctima en victimario y viceversa´" sostuvo. Martinetti cree que si la sentencia resulta sancionatoria, se habrá dado un paso importante. Y mientras en Catriel esperan el resultado del juicio, desde la legislatura municipal informaron que se trabaja para conseguir que en el 2010 haya "como mínimo un juzgado de instrucción para causas de todos los fueros" en la localidad.