ROCA (AR).- Para los pequeños y medianos ganaderos, las lluvias caídas durante las últimas horas fue casi una "bendición".
Pero todavía falta mucho para recuperarse de tanta sequía, que se viene extendiendo desde hace más de tres años.
El vicepresidente de la Federación Rural de Río Negro, Edgar Contín, se mostró optimista ante el fenómeno meteorológico y estimó que si bien hasta ayer no tenían números exactos sobre la cantidad de milímetros caídos ni sobre la situación en las zonas más críticas, es un buen comienzo para mejorar el preocupante panorama que sufre la región.
"Todas las gotas mojan, y luego de tres años de sequía cualquier lluvia es bienvenida", destacó Contín, aunque explicó que se trata de lluvias tardías, que tendrían que haber comenzado en marzo.
Sobre el panorama que se vive en haciendas y campos manifestó que "no estamos en un estado terminal, pero es preocupante porque no logramos recomponernos, y si sigue así el año próximo será de extrema necesidad".
Pérdidas
Además, agregó que en general la producción cayó un 30%. Esto se debió a una conjunción de variables entre las que Contín destacó "las escasas, casi nulas, lluvias durante tres años, un terrible invierno durante el 2008 y la caída de los precios de la lana en más de un 50% (con igual comportamiento el del cordero, novillo, entre otros)".
Por su parte, el secretario de Producción de la provincia Daniel Lavayén, afirmó que ante una sequía tan prolongada es necesaria mucha agua para revertirla.
"Hay cada vez más campos vacíos y el noreste de la provincia es la zona más crítica", dijo el funcionario del área de Producción.
"Es una región muy amplia por lo que los niveles de lluvia son muy diferentes, en la zona de Jacobacci, llovió poco", manifestó Margarita Manquillán, desde el Ente de la Región Sur.
En tanto, expresó que la media anual es de 280 milímetros de agua y que las localidades más afectadas son Valcheta, Ramos Mexía, Los Menucos, Sierra Colorada, El Cuy, entre otras.
Justamente uno de los productores de El Cuy, aseguró que la lluvia fue casi una "bendición". "Falta mucha agua todavía pero puede ser el comienzo para revertir esta situación", dijo el pequeño ganadero quien destacó que la situación era casi "terminal".