INGENIERO JACOBACCI (AJ).- Ley Ovina, el INTA y el Ministerio de Producción buscan validar y difundir paquetes de tecnología de manejo extensivo y contribuir a la sustentabilidad de la producción ovina en la región.
La iniciativa surge como resultado de haber asimilado la experiencia del año pasado, en torno de la emergencia climática y las tareas de suplementación con alimento de más de 20.000 ovejas con un efecto muy positivo.
El plan de trabajo que desde principio de año lleva adelante la Ley Ovina en Río Negro se denomina "Difusión y validación de Tecnologías de Manejo Extensivo (TME) para afrontar emergencias climáticas en el noreste de la Patagonia". El mismo es el corolario de tareas que el año pasado fueron muy positivas, y que son posibles de replicar por los productores mejorando sus índices productivos y económicos.
Según explicó Edgardo Tejeda, coordinador provincial de la Ley Ovina, "la idea es tratar de atender todas aquellas demandas que provengan de organizaciones o grupos de productores, como así también difundir y validar paquetes TME, que hasta ahora no se aplicaban en la zona, y contribuir a la sustentabilidad productiva de la región".
Los trabajos comenzaron en el departamento de Adolfo Alsina, con 6.726 ovejas en 9 establecimientos, y durante el año se trasladarán al resto de la provincia donde se intenta replicar la experiencia que se realizó en el 2008 en la Región Sur. La idea es introducir en el manejo de la ganadería ovina regional la identificación de ovejas preñadas mediante el uso de ecógrafos, el relevamiento expeditivo de pastizales y la medición de la condición corporal, la separación de ovejas preñadas, la asignación de cuadros con mayor disponibilidad de forraje y la iniciación de una suplementación de 60 días.
Entre los resultados obtenidos mediante la aplicación de estas tecnologías en 6.726 ovejas, se destaca un promedio de preñez del 88%, un índice muy alto de acuerdo a los que se registran en ovejas a campo.
En cuanto a las estrategias para lograr los resultados esperados, Tejeda destacó la capacitación a productores y empleados rurales en el manejo de la suplementación, condición corporal, uso de la información de relevamientos de pastizales y ecografía, como así también constituir un banco de forraje permanente.
"Si bien existe un financiamiento compartido entre Ley Ovina, instituciones técnicas y el Ministerio de Producción para la compra de alimento, costos parciales de ecografía, relevamiento de pastizales y revisión de majada, la experiencia es perfectamente replicable y rentable sin la ayuda del Estado, por lo que también se trata de una tarea de concientización y difusión tecnológica para mejorar el manejo productivo. Algo que se puede aprovechar más allá de la emergencia climática", remarcó Tejeda.