Domingo 10 de Mayo de 2009 > Internacionales
Multitudinaria misa del Papa en Jordania
Fue en Ammán, en el tercer día de gira del pontífice por Medio Oriente. Asistieron cerca de 30 mil personas. Llamó a los cristianos a "continuar con el legado cultural heredado de sus padres".

En su tercer día de visita por la región, y antes de partir a Israel el papa Benedicto XVI ofreció hoy una multitudinaria misa en Ammán, capital de Jordania, donde exhortó a la minoría cristiana a preservar la fe "a pesar de las dificultades y problemas" que azotan a Medio Oriente.

En el Internatonal Stadium, de Ammán, y mostrando la preocupación de la Iglesia ante la reducción de la presencia cristiana en la región, el sumo pontífice pidió a sus fieles "no olvidar la gran dignidad que surge de su herencia cristiana".

También llamó a los cristianos a "continuar con el legado cultural heredado de sus padres", en esta nación en la que de acuerdo con cifras del Vaticano, los cristianos son menos de 2% de una población abrumadoramente musulmana.

La gira de Benedicto XVI -que partió el 8 y durará hasta hasta el 15 de mayo- constituye un esfuerzo por dar nuevas bases a la relación de los católicos con judíos y musulmanes, y apunta también a defender las cada vez más debilitadas y reducidas comunidades cristianas en el Medio Oriente.

En el acto, el Papa fue saludado en árabe por el patriarca de Jerusalén, el arzobispo Fuad Twal, quien recordó que desde el inicio de la guerra, Jordania recibió más de un millón de refugiados iraquíes, de los cuales unos 40 mil son cristianos.

La multitudinaria misa de hoy, a la que asistieron cerca de 30 mil personas, se celebró en el tercer día de la visita del pontífice que mañana viajará a Israel y los territorios palestinos con la esperanza de fortalecer sus relaciones con los musulmanes y judíos.

Si bien el viaje intenta tener un perfil político muy bajo, aún resuena en la región la guerra de Gaza las declaraciones negacionistas del holocausto del obispo Williamson y el intento del Papa de tender puentes con los líderes musulmantes moderados, tras su controvertido discurso en Ratisbona, Alemania, que enfureció al mundo musulmán en 2006.

En esa oportunidad el pontífice citó un texto medieval en el que caracterizó algunas de las enseñanzas del profeta Mahoma como "malvadas e inhumanas", particularmente "su comando de diseminar la fe con la espada".

Ayer, el jefe de la iglesia católica dijo que la culpa de las tensiones que se viven en Tierra Santa no está en las creencias sino en la "manipulación ideológica" de la religión. Hoy, en Ammán, Ratzinger también dedicó unos párrafos de su discurso a reivindicar el rol de las mujeres al proclamar que el "respeto y la dignidad de las mujeres ayudan a una sociedad más justa y contrastan con una visión basada sólo en el "provecho y la explotación".

"Con su pública defensa del respeto para las mujeres y de la innata dignidad de toda persona humana, la Iglesia en Tierra Santa puede dar una contribución al desarrollo de una cultura de verdadera humanidad", sostuvo el Pontífice, según informó la agencia de noticias ANSA.

Ratzinger fue recibido con entusiasmo en su primer acto multitudinario, en un estadio repleto de banderas del Vaticano, Jordania, Líbano y otros países de Medio Oriente, desde donde llegaron miles de participantes en la misa.

El Papa visitó luego el sitio jordano del bautismo de Jesús, donde bendijo las primeras piedras de las iglesias de los latinos y de los greco-melquitas. La primera etapa de la histórica visita del Santo Padre a Tierra Santa fue calificada, en tanto, como muy positivo por el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede y de Radio Vaticano, Padre Federico Lombardi.

"El balance es sin duda muy positivo -señaló Lombardi- porque el Papa pudo desarrollar los encuentros previstos con grandísima serenidad, con una acogida muy calurosa, tanto de parte de las autoridades del estado, como del mundo musulmán", informó la agencia italiana ANSA.

Mañana Benedicto XVI continuará viaje a Tel Aviv, en su primera visita oficial como pontífice- país donde fue montado un impresionante operativo de 80 mil hombres para velar por su seguridad cuando oficie misas en los centros neurálgicos del cristianismo: Nazaret, Jerusalén y Belén.

En tanto, en Tel Aviv, el rabino David Rosen, presidente del Comité Internacional Judío sobre consultas interreligiosas, recordó el breve pasado nazi del pontífice, además de anunciar que esperaba "una referencia a la memoria del Holocausto en el presente y también en el futuro".

Agencia Télam

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí