NEUQUÉN (AN).- Susana Velle-ggia, socióloga, directora de cine y especialista en televisión educativa, cree que la programación de la tevé argentina en general, y los programas para chicos en particular, violan prácticamente todos los artículos de la Convención Internacional de Derechos de los Niños. "Tra-tan a los chicos como tarados y no como a personas", dice. Directora del festival internacional de cine para la infancia y la juventud "Nueva Mirada" (que este año va por su 8ª edición), busca fomentar la diversidad cultural y las identidades diferenciadas que hoy son invisibilizadas en el cine hollywoodense.

"La diversidad cultural es un derecho humano, es el diálogo, el intercambio entre identidades diferentes. Si existiera una cultura homogénea sería todo monólogo. Y cuando prevalece la mirada única estás formando robots", señaló Velleggia en una entrevista con "Río Negro", de paso por esta ciudad, invitada a participar como jurado del 8º festival de cine y video "Imágenes de la Patagonia" organizado por ARAN.

-La televisión argentina no trata a los chicos como sujetos de derecho.

-Exactamente, nuestra televisión trata a los niños como objetos de consumo y no como sujetos de derecho. Los niños tienen derechos que son sancionados en convenciones internacionales a las cuales nuestro país adhirió, y tienen rango constitucional. Por consiguiente, este es un país que no considera que los niños existan en materia de medios de comunicación y mucho menos que sean ciudadanos. Para lo único que les interesa los niños es para el consumo. O para la diversión de los adultos. ¿Habrás visto algunos de aquellos abominables programas?

-Como el de Dady Brieva, y ahora Tinelli con "Bailando Kids"...

-Sí, los usan como objetos para la diversión de los adultos. Entonces, cuando llegamos a este extremo de mercantilización de la cultura y de los imaginarios, la gente no importa, los sujetos no importan. Son transformados en objetos. No importan como seres humanos.

-Hay países en donde los programas de tevé se "califican" de alguna manera.

-Sí, en Brasil sucede algo maravilloso que hace el Ministerio de Justicia que se llama "clasificación indicativa". La televisión no puede emitir ningún programa que no haya pasado previamente por esa clasificación. Te dan una categoría que explica en qué consiste el programa, de modo que si los padres están viendo la tevé con los hijos, antes que éste se emita, ellos tienen la libertad de elegir si los dejan ver eso o no. Otra cosa es que en todos los países avanzados existen programas de formación y recepción crítica de medios (?) Lo dijo el ministro de Cultura de Mitterrand en Francia: "Los públicos no surgen espontáneamente, sino que se producen". Entonces, los públicos de la cultura que estamos produciendo son los de Tinelli.

-Pero Tinelli hace 46 puntos de rating, ¿tenemos la televisión que nos merecemos?

-Sí, porque las políticas culturales y comunicacionales que no lleva a cabo el Estado, las desarrolla Tinelli. El lugar que deja vacío un Ministerio de Cultura y de Comunicación, entonces, lo ocupa Tinelli. Y otra cosa mucho más grave: estamos formando a los niños con una mirada única. Porque si el 90% del cine y la televisión que ven nuestros chicos proviene de un solo país, de Estados Unidos, ¿cómo vas a pretender que ese chico a los 16 ó 17 años vaya a ver cine argentino o de otra procedencia?