SAN MARTÍN DE LOS ANDES (ASM).- El ministro de Salud, Daniel Vincent, delegados y empleados del hospital Ramón Carrillo y autoridades municipales, avanzaron aquí en el análisis de los pasos a seguir con vistas a la aprobación y construcción de un nuevo hospital para esta ciudad, con una inversión estimada en 50 millones de pesos, que serían incluidos en el próximo proyecto de Presupuesto (2010) de la provincia.

En el estricto costado gremial, el responsable de la cartera provincial y los trabajadores discutieron alternativas para la puesta en marcha de una mesa paritaria.

La reunión se realizó en el salón de la intendencia, propiciada por la intendente Luz Sapag, quien días atrás había recibido a los trabajadores hospitalarios, a propósito del conflicto laboral que se zanjó la pasada semana, pero también en lo relativo a la crítica situación del centro público de salud en San Martín de los Andes.

El hospital, a pesar de periódicos arreglos, fue diseñado para cubrir las necesidades de San Martín de los Andes y su zona de influencia en los años 70 y 80, por lo que sus servicios están hoy sobrepasados, siendo además hospital cabecera de la zona sur.

Sapag se refirió a la importancia de mantener un diálogo fluido, que permita analizar todos los temas en conflicto para evitar medidas extremas que perjudiquen a la comunidad.

En ese sentido y como se apuntó, se abordó la necesidad de paritarias que permitirían ordenar los reclamos salariales y condiciones laborales. Vincent dijo que existen posibilidades de que esa instancia se cumpla como una etapa para extender el diálogo a todos los trabajadores.

Durante el encuentro, la intendente solicitó al ministro de Salud mayores definiciones sobre el proyecto del nuevo hospital, tras haberse descartado la posibilidad de ampliación del edificio actual.

Conviene recordar que el municipio dispuso ya de la tierra para el proyecto. Se trata de seis hectáreas en Chacra 2, de las cuales se utilizarán cuatro para el nuevo complejo, con un edificio de 6.000 metros cuadrados. Sin embargo, los profesionales cuestionaron las previsiones para un proyecto de 60 camas de internación, al considerar que debiera reverse esa capacidad.