Domingo 10 de Mayo de 2009 Edicion impresa pag. 32 > Sociedad
Llegó y lo encarcelaron

MÉXICO (Télam).- El hijo del DT del equipo de fútbol mexicano Pachuca, Enrique Meza, denunció que fue encerrado en una cárcel africana de Ghana, donde pasó 27 horas sin comer, dormir ni ir al baño, por temor a que tuviera gripe A. Meza llegó el lunes pasado a Ghana para realizar visitas a jóvenes futbolistas, pero en cuanto pisó el suelo de Accra, la capital de Ghana, y mostró su pasaporte fue "detenido", consignó la agencia de noticias Ansa. "Al llegar al aeropuerto me detuvieron, unos militares me llevaron en una camioneta a un lugar, y yo pensé que iba a ser como migración o algo así, pero era una cárcel", dijo. Añadió: "No había baños, no me dieron nada de comer en más de 24 horas, ni de tomar; estaba todo el excremento ahí tirado, los orines, olía horrible".

El hijo del DT mexicano dijo que se angustió mucho porque además no sabía qué pasaba: "Nunca me dijeron nada desde que me llevaron y me recogieron de regreso, nunca supe nada, me preocupaba no poder avisar a mi familia", añadió. El estudiante de entrenador dijo que estuvo encerrado en una celda de 3x3 metros, que compartió con dos africanos. Reconoció que temió por su integridad física, no por los cinco doctores que lo revisaron en ese lapso y le hicieron diferentes estudios, desde auscultaciones hasta muestras de sangre, sino porque "en un momento un militar amagó con golpearme", sostuvo. Tras 27 horas de detención y sin que ninguna autoridad le aclarara su situación, Meza salió de la cárcel y fue deportado, aunque tuvo que pagar los gastos de regreso.

Un rechazo en Nicaragua

Por su lado, Nicaragua rechazó el ingreso de una hondureña que presentaba síntomas coincidentes con los de la gripe porcina, quien falleció y fue enterrada horas después en la ciudad fronteriza de Las Trojes, en Honduras, sin que se investigara la causa de su deceso, informó una fuente oficial.

La mujer, identificada como Ingrid Gutiérrez, de 19 años, fue rechazada el miércoles pasado en el puesto migratorio El Porvenir, en la frontera entre Nicaragua y Honduras, reveló a la prensa un funcionario del Ministerio nicaragüense de Salud en la zona, Iván Zeledón. A la hondureña "ni se le permitió bajarse del vehículo" porque presentó "tos, fiebre de 38,3 grados, vómitos y dificultad respiratoria aguda", dijo el responsable de salud.

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