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Droga contra la trombosis no consigue apoyo | ||
Creada por dos profesionales de la región, es de bajo costo y no deja secuelas. Se trata de una droga de acción principal en enfermedades tromboembólicas. | ||
Estudio e investigación de manera constante. Curiosidad e interés por tratar de mejorar la calidad de vida de los pacientes con accidentes cerebrovasculares, fue lo que llevó a dos profesionales de Roca a no bajar los brazos y desarrollar una nueva toxina contra la trombosis, una de las primeras causas de morbimortalidad de países en desarrollo. El arduo trabajo ya lleva más de 15 años desde que el médico Federico Gallo y el bioquímico Agustín Joison (reside en Córdoba) comenzaron. En términos científicos la investigación consiste en el descubrimiento de una fracción protéica aislada del plasma humano y su función es la de disolver los coágulos que obstruyen los vasos sanguíneos, en arterias o venas. "Enfermedades tromboembólicas representan el 87% de los casos. En estas enfermedades agudas repentinas, el peor enemigo es el tiempo. Cuanto más tapada está la vena o la arteria, más células están muriendo (necrosis) ya sea corazón o el cerebro. De todas maneras hay un margen de los llamados 60 minutos "de oro" para asistir al enfermo. Igual se estima al menos media hora para salvar esa área del cerebro que está siendo afectada en los accidentes cerebrovasculares, porque se está tapando la arteria que lo irriga. Pasando ese tiempo el área isquémica puede agrandarse o mantenerse. En ese lapso se tiene la posibilidad de reducir ese tamaño. Se puede salvaguardar al paciente y evitar secuelas importantes ya que puede quedar parapléjico", comentó el doctor Gallo. Pero para entender un poco mejor esta investigación que parece tan compleja, y volviendo a la explicación de cuál es el "trabajo" de esta nueva toxina, se puede decir que es un medicamento que trata de destapar coágulos que obstruyen las arterias. A los mismos se los denominan fibrinolíticos o trombolíticos. ¿Qué hacen? Un coágulo está formado por células, y esas células, adheridas, están compactadas como para evitar que se disgreguen. Es como una red que las envuelve y bloquea el flujo sanguíneo, en este caso al cerebro. De todas las drogas con las que se cuentan, no solo en nuestro país sino también en Latinoamérica, se destaca la estreptoquinasa, que tiene elevadas contraindicaciones y complicaciones varias. Con más de 30 años en el mercado está considerada una droga "vieja" de primera generación. Y por si no fuera suficiente, solo puede usarse en 1 de las 4 enfermedades trombóticas más frecuentes como: infarto agudo del miocardio (IAM) en la que sí actúa; pero en el accidente cerebrovascular (ACV), el tromboembolismo pulmonar (TEP) y la trombosis venosa profunda (TVP), no. Actualmente en países como EEUU, Canadá y en Europa misma, la biotecnología ya ha logrado desarrollar drogas fibrinolíticas de segunda y tercera generación que tienen enormes ventajas terapéuticas y actúan sobre las 4 enfermedades trombóticas mencionadas. Las mismas salieron al mercado en 2001 a un precio de más de 1000 euros por unidad. Entonces considerando estos factores y las variables económicas a las cuales Latinoamérica se ha visto sometida, el contar con esta clase de medicación podría llevar años. La buena nueva es quizás que dos profesionales del Alto Valle pueden producir una droga "fibrinoespecífica" como un hemoderivado a muy bajo costo. Sólo se necesitaría un técnico y un profesional, además de un coordinador y un monitor del estudio, así se podría ejecutar sin problemas, siempre y cuando también exista un subsidio que les permita desarrollarla. Las ventaja que presenta el medicamento, que ha sido probado en animales, es la capacidad para actuar de manera "limpia" y no tiene efectos secundarios. | ||
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