Soy un nuevo ciudadano cipoleño. Todas las mañanas con mi esposa nos levantamos a las 5:30 para dirigirnos a nuestros trabajos -somos empleados públicos- y junto con nuestro hijo de ocho años, que cursa el tercer grado de la escuela primaria, nos trasladamos al centro en el colectivo urbano Pehuenche de las 6:40 (cuando pasa o no se atrasa). Cierta vez, cuando pedí dos boletos comunes y uno escolar el chofer me dijo que ése no era horario para boleto escolar y ante mi queja respondió que era una disposición de la empresa.
Solamente quiero manifestar mi indignación y mi malestar por esta actitud que me cuesta entender; la culpa no es del colectivero, que es un trabajador y que seguramente debe recibir quejas diarias porque los horarios no se cumplen, por las pésimas condiciones de los vehículos, sin ventanillas y con vidrios rotos, y por la gente que viaja continuamente parada cuando está prohibido y esta empresa tiene coches en perfectas condiciones en la línea que realiza el recorrido a Neuquén. Quiero aclarar que vivo en el barrio 150 Viviendas y todos tenemos los mismos derechos.
Roberto Astuti, DNI 10.477.274 - Cipolletti