| LOS ÁNGELES (DPA).- La industria del cine no es ajena a la recesión en Estados Unidos. Según datos de Film LA, la organización que otorga los permisos de filmación, los rodajes de películas cayeron un 56% en el último trimestre, las cifras más bajas de la historia del sector.Este año la ciudad de Los Ángeles contará con sólo cinco proyectos de filmación en sus calles, comparados con los 15 del año anterior.Además se sabe que la producción de películas en la ciudad ha descendido en 10 de los últimos 12 años.Despidos, recortes de presupuesto y de proyectos son el denominador común de los principales estudios de cine de Hollywood. Ésta es la secuela que ha dejado la disminución en las ventas de DVD, los declives en los ingresos por publicidad y una caída en las fuentes de financiamiento.La industria del entretenimiento de Los Ángeles perdió sólo en enero 22.000 puestos de trabajo –el 10% de su fuerza laboral–, que representa entre 20.000 y 30.000 millones de dólares de ingresos anuales para la economía local, según informó el Departamento de Desarrollo Laboral de California.A pesar de que 2009 tuvo un inicio fuerte en taquilla, los expertos lo relacionan con una subida en los precios de las entradas y con el éxito de algunas películas “oscarizables” tipo “Slumdog Millionaire” y no al hecho de que el cine pudiera ser un buen antídoto para el consumidor agobiado con sus problemas económicos. Por su parte, un reciente estudio de Interpret –compañía de investigación de mercado– realizado a 1.000 consumidores entre los 18 y los 54 años de edad, reportó que el 52% de los entrevistados asistía menos a las salas de cine debido a la recesión.El último golpe que ha recibido Hollywood viene de parte de la gripe porcina, que obligó a los principales estudios de cine a retrasar sus estrenos en México debido al cierre de los teatros, lo que dejará pérdidas millonarias.Este retraso, según los estudios, tendrá un efecto dominó en el resto de los debuts programados y ramificaciones que aún están por verse. Y es que ahora más que nunca la industria del cine estadounidense depende en un gran porcentaje de la taquilla internacional.Por su parte, Jim Kennedy, vicepresidente de Comunicaciones de Sony Pictures Entertainment, aseguró que a pesar de que las ventas taquilleras continuaron siendo fuertes en los últimos seis meses, la crisis financiera global ha afectado algunas líneas de sus negocios, como las ventas de DVD. Añadió que la compañía ha tenido que recortar en costos generales como gastos de viajes, horas extras, uso de trabajadores temporales y de plantilla con el fin de asegurar estabilidad.Uno de los más pesimistas ante el panorama reinante es Howard Suber, profesor de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) y autor de “Power of Film”, que asegura que la tendencia de financiamiento por parte fondos de alto riesgo en la industria del cine, que comenzó con “Titanic”, desapareció con la crisis financiera. Señala además que se está reduciendo drásticamente el número de películas que se distribuyen, aunque las grandes producciones no se están viendo muy afectadas. “Anteriormente los estudios distribuían unas 25 películas al año y ahora aproximadamente la mitad de estos filmes está siendo elegidos por las productoras. Los estudios no están tomando el menor riesgo en invertir en proyectos nuevos. La recesión está afectando más drásticamente a los pequeños productores”, indicó Suber.Sin embargo, lo que más preocupa a este catedrático es el hecho de que hay muchos proyectos que no están teniendo cabida debido a la crisis y que la calidad está menguando ya que los estudios se están decantando por las comedias, las películas de terror o de acción, típicas de verano, “apuestas baratas y seguras” que son consumidas por la audiencia más poderosa: los adolescentes.Hollywood espera seguir en esa tendencia con una serie de cintas que espera registre récords durante el verano. Se trata de “blockbusters” como “Transformers: Revenge of the Fallen”, “Star Trek”, que estrenó la semana pasada, y “Harry Potter y el príncipe mestizo”. Hollywood tampoco olvida a los niños. La lista de “obligatorios” está encabezada por “Up”, la apuesta de Pixar tras el éxito de “WALL-E” el año pasado. Trata de un gruñón que cumple un sueño de toda su vida al conseguir hacer flotar su casa con un manojo de globos de helio. El único problema es que un molesto niño de ocho años viaja de polizón con él... Otro de los estrenos será “G-Force”, sobre un escuadrón de intrépidos agentes secretos que son conejitos de Indias. Para los adultos, Tom Hanks presenta la continuación de “El código Da Vinci”, “Ángeles y demonios”, en tanto que Christian Bale interpretará a John Connor en “Terminator Salvation”. Ben Stiller vuelve también como guardia de un museo, mientras que Quentin Tarantino espera atraer espectadores a su ultraviolento drama sobre la Segunda Guerra Mundial “Inglorious Basterds”, protagonizado por Brad Pitt y que trata de soldados enloquecidos matando a nazis. Otro filme esperado es “Public Enemies”, del director Michael Mann, un biopic del legendario fuera de la ley John Dillinger, con Johnny Depp y Christian Bale y que ya suena para los Oscar. No habría que perderse tampoco el remake de Tony Scott del drama sobre una toma de rehenes en el metro de 1974 “The Taking of Pelham 123”, ni la que la crítica ya ha considerado la primera gran película sobre la guerra de Irak, “The Hurt Locker”. El director de “Spider-Man”, Sam Raimi, vuelve a sus raíces en el cine de terror con “Drag Me to Hell”, con Alison Lohman y Justin Long, que se presentará en Cannes. Y si lo que se quiere es algo con más raíces en la realidad, se puede optar por Cameron Diaz en “My Sister’s Keeper”, en la que interpreta a una madre que se rasura la cabeza en un gesto de solidaridad con su hija enferma de cáncer. Entre las comedias se cuentan “Bruno”, de Sacha Baron Cohen, “Funny People”, de Judd Apatow, y la prehistórica “Year One”, de Jack Black. Otras para la lista son “Live Hard, Sell Hard”, sobre una extraña banda de vendedores de coches usados, y el retorno de Woody Allen a Estados Unidos como escenario con “Whatever Works | |