NEUQUEN (AN).- Hay una historia visible y otra subterránea, y frecuentemente la crónica formal se limita a la primera, a recoger los aspectos más triviales de la realidad. Es lo que se advierte cuando se pasa revista a los noticieros de tevé de la última dictadura militar: "aparecen las palomas de Plaza de Mayo pero no las madres de los desaparecidos".
Los cineastas Alcides Chiesa y Carlos Martínez se lanzaron a contar la historia de los campos clandestinos de detención del Proceso en base a los noticieros de la época y rápidamente se dieron cuenta de que ese material fílmico no alcanzaba para describir la realidad. Por eso decidieron intercalar lo documental con testimonios de los sobrevivientes de aquel infierno. Para eso eligieron 10 de los casi 600 campos que existieron a lo largo de todo el país.
La película, que se encuentra en pleno rodaje se llamará "Dixit", una conjugación del verbo latino decir, referida a lo que cuentan quienes vivieron aquella experiencia extrema en carne propia.
La película se está haciendo con esfuerzo personal de sus directores y con un aporte del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), y cuenta con el auspicio de Familiares de Detenidos y Desaparecidos, Madres del Plaza de Mayo Línea Fundadora y la secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
El instituto pone el 70% se queda con los derechos de tevé abierta para la Argentina por dos años.
Chiesa y Martínez desembarcaron con su equipo en Neuquén para filmar el testimonio de dos ex detenidos de la zona -Rubén Ríos y David Lugones- en el centro clandestino de "La Escuelita", que funcionó en dependencias de los VI Brigada de Montaña.
Pero además están recorriendo todo el país para filmar en otros nueve campos, incluyendo las "escuelitas de Famaillá, en Tucumán, y de Bahía Blanca; en El Vesubio, El Club Atlético, la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), y otros.
Para poder entrara a esos sitios, muchos de los cuales son zona militar, debieron tramitar un permiso ante el ministerio de Defensa.
"La idea -explica Chiesa- es que cada campo haya un presentador que dé su testimonio, pero no necesariamente se trata de víctimas porque por ejemplo en la ESMA, quien habla es un ex cabo de la Armada, al que le tocó trabajar en el lugar sin tomar real dimensión de lo que en realidad estaba viviendo".
En el Pozo de Arana van a utilizar el testimonio que brindó durante el juicio Jorge Julio López, en su calidad de ex detenido, antes de volver a desaparecer.
Martínez aclara que si bien la idea original era manejarse con el material documental, cuando comenzaron a analizarlo se decepcionaron. "Era todo muy lavado y perfectamente anodino, mostraba las palomas de Plaza de Mayo pero no a las Madres".