AMMAN (DPA).- El papa Benedicto XVI exhortó en el segundo día de su visita al Cercano Oriente a las religiones a dejar atrás los malentendidos y dejar paso a la armonía y la compresión mutua.
"Hoy en día, los musulmanes y los cristianos, por la carga de su historia mutua plagada de malentendidos, tienen que luchar por ser reconocidos como creyentes fieles a sus mandamientos", dijo el pontífice en un encuentro en el patio de la mezquita Al Hussein Ben Talal con líderes religiosos musulmanes.
Benedicto llamó también a cristianos y judíos a luchar de forma conjunta por la paz y destacó lo que llamó de "vínculo inseparable" entre la Iglesia católica y el pueblo hebreo.
En su cita con los dignatarios musulmanes, el Papa elogió las múltiples iniciativas para el diálogo entre las religiones. "A menudo es la manipulación ideológica de la religión el verdadero detonante de la tensión y la división e incluso de la violencia en la sociedad", consideró el pontífice alemán.
Desde que sucedió a Juan Pablo II, Benedicto provocó irritaciones en las comunidades judía y musulmana.
Organizaciones judías criticaron indignadas la rehabilitación meses atrás por parte del pontífice de un sacerdote negacionista del genocidio judío durante el nazismo. Hace tres años, muchos musulmanes reaccionaron airados a un discurso pronunciado por el Papa en Alemania que contenía expresiones críticas sobre el Islam.
El Pontífice alivió la tensión, entre otros gestos, mediante una visita a la mezquita Azul en Estambul.
Ayer también el pontífice bendijo la primera piedra de la Universidad del Patriarcado latino en la ciudad de Madaba. "La religión se adultera si es estampada al servicio de la ignorancia o de los prejuicios, del desprecio, de la violencia o del abuso", señaló. "En ese caso no sólo estamos viendo una religión pervertida, sino también una falsificación de la libertad humana, un espíritu encogido y ciego".
El Papa visitó anteriormente la basílica del Memorial de Moisés en el monte Nebo, en Jordania, un lugar de veneración para cristianos y judíos. Allí habló del "vínculo inseparable entre la Iglesia y el pueblo judío". En este lugar la máxima autoridad de la Iglesia católica romana, señaló que judíos y cristianos deberían desear "superar todos los obstáculos para una reconciliación".