Río Negro firmó un convenio con el Programa de las Naciones Unidades para el Desarrollo (PNUD) para designar custodios ambientales, mediante incentivos financieros, que permitan recuperar mantos y enfrentar la sequía.
"El hombre siempre reacciona después de la tragedia", afirma el enviado del PNUD, Marcelo Morandi; por lo tanto su criterio es que se deben realizar todas las máximas previsiones posibles.
No obstante, intenta poner una cuota de equilibrio en los ecosistemas del mundo.
Puso como ejemplo que el Sahara no es producto de la acción del hombre sino que forma parte de un ecosistema que nutre al lecho marino contiguo.
"El problema -dice- es cuando el hombre busca sacar provecho económico a un sistema".
Con este vínculo, las condiciones de vigilancia de la desertificación en Río Negro se plasmarán en la transferencia de tecnología a fin de tener alertas tempranas en sequías o incendios, de información geográfica satelital y simulaciones sobre nuevos modelos productivos a imponer en la carga animal de un campo. (AV)