CORCOVADO (AEB).- La Justicia chubutense confirmó ayer la aprobación del presupuesto "para que un equipo de expertos del Cempat-Conicet haga el relevamiento de la tumba" en la cual, se sospecha, podrían estar los restos de Mónica Villagrán y su hija, ambas desaparecidas hace siete años en Corcovado.

Los peritos trabajarán en el lugar entre el 20 y el 22 de mayo. Hasta entonces, se ampliarán las medidas de seguridad en base a los pedidos de la experta Silvia Dahinten, al frente del equipo de antropólogos que trabajará en la tumba, hallada en un cementerio abandonado cerca de Corcovado. La perito pidió "un perímetro intangible en torno de la sepultura, donde se dispuso que sea debidamente cercada". Además, se mantiene una guardia permanente en el lugar y se solicitó el establecimiento de su posición geosatelital.

En paralelo, la fiscalía de Esquel hizo un nuevo llamado público a las personas que puedan aportar datos fidedignos sobre la identidad de quien estaría sepultado allí, pidiendo que se comunique inmediatamente con la institución o con la comisaría más cercana.

La hipótesis que manejan ahora los investigadores se basan en los dichos de vecinos, quienes informaron que observaron "actividad inusual en el viejo cementerio abandonado". Se trata de una tumba de vieja data, sin ninguna identificación, ubicada en un cementerio antiguo de la zona del río Cabeza de Vaca, en el camino entre Corcovado y Tecka, transitado apenas por pescadores o algún campesino.

Amenazado

Por otra parte, trascendió que el guía de pesca Omar Ceballos, quien denunció la existencia de la sepultura sospechosa, fue amenazado de muerte el martes mediante tres llamadas telefónicas a su celular. El hombre, quien también es comisario retirado y amigo personal de la familia de la chica desaparecida, hizo la pertinente denuncia ante los tribunales de Esquel.