BACABAL, Brasil (AP).-Las devastadores inundaciones que arrasaron el norte de Brasil han causado 39 muertos y dejado millares de desplazados, algunos de los cuales debieron alojarse en establos, mientras las autoridades buscan llevarles alimentos y medicina.
Hasta ayer, al menos 39 personas habían muerto en las inundaciones provocadas por intensas lluvias iniciadas hace dos meses en 10 de los 26 estados brasileños, en un área norteña que se extiende del bosque húmedo de la Amazonia hasta zonas costeras usualmente secas.
Los meteorólogos atribuyen el fenómeno a un sistema climático que normalmente se desplaza en abril, y temen que las lluvias se extienden por varias semanas. En la localidad de Bacabal, en el interior del estado nororiental de Maranhao, el campo de Expoagro, que cada agosto realiza una feria ganadera, fue habilitado para recibir 230 familias, 20 de las cuales fueron instaladas en los establos donde se exhibían vacas y caballos.
Rodeados de lodo, con poco acceso a agua y bajo la amenaza de infecciones por fecas de animales, los establos del campo fueron clausurados el jueves por decisión de la justicia, que ordenó retirar a las familias a más tardar hoy.
"Ya nos dijeron que tenemos que salir, nos van a trasladar a un centro asistencial en el centro", comentó Luz Gomes, de 29 años, madre de tres niños, quien hace 18 días buscó refugio en el campo ferial cuando el río Mearim creció hasta inundar miles de casas del poblado de Bacabal.
Muchas de las familias dejaron sus casas con el agua a la cintura, en peligro de ser arrastrados por la corriente o de ser picados por serpientes de río que abundan en la zona.