Con el pedido de absolución para el sacerdote Julio César Grassi, acusado de 17 presuntos hechos de abuso sexual y corrupción de menores, finalizaron ayer los alegatos de la defensa en los tribunales de Morón.
En las puertas, seguidores del sacerdote se manifestaron con una imagen de la Virgen de Luján de más de dos metros de altura mientras en el interior del recinto el abogado defensor Daniel Cavo exponía sus argumento y pedía la absolución de culpa y cargo para su cliente.
Tanto la fiscalía como la querella habían pedido condenas de entre 20 y 30 años contra el sacerdote y anunciaron ayer que presentarán sus réplicas a los alegatos de la defensa el próximo 14 de mayo, cuando se reanude el juicio. Argumentaron que los abogados de Grassi "injuriaron durante el alegato a los jóvenes denunciantes, al calificarlos de mentirosos y extorsionadores".
"Me preocupa dejar en claro que no soy lo que dicen que soy, quiero que me dejen ser sacerdote", declaró Grassi a la prensa al abandonar el edificio de tribunales.
Dijo, además, que esperaba "ser absuelto" y que la Fundación Felices Los Niños, a la que pertenecían todas las víctimas y que era dirigida por el imputado "es como un adolescente de 15 años que no puede estar sin su papá".
El abogado Cavo, por su parte, declaró que fue "un honor" para él defender al sacerdote y reiteró que está "convencido de que es inocente". (Télam)