Cruel en el cartel/la propaganda manda cruel en el cartel/y en el fetiche de un aviso de papel/se vende la ilusión/se rifa el corazón...". Y dos versos más adelante: "cruel en el cartel, te ríes corazón". La letra es de Homero Expósito, el tango se llama "Afiches", lo canta Adriana Varela.
Todos, o casi, ríen desde los carteles, los candidatos neuquinos a concejales y diputados nacionales. Desde José Brillo, siempre flotando por encima de los sucesivos jefes emepenistas, hasta el más plañidero y enternecedor Hugo Righetti, en un afiche menesteroso de negro sobre blanco, ilustrado con una foto de él cuando era un bebé de pañales y un texto que anuncia su llegada al escenario público porque hace 51 años, cuando apenas balbuceaba las palabras papá, mamá y Felipe, ya soñaba con una banca en el Deliberante. Hay que ponerle un voto al bebé, que trasmite un mensaje de pureza.
La lucha de clases llega en colores. De un lado, Marta Buffolo, que reclama una ciudad para todos, en línea con la gestión de Oscar Smoljan y "Pechi" Quiroga, quienes apretaron en el centro el Museo de Bellas Artes y la fuente popularmente llamada "las bolas" (aunque, hay que aclararlo, tiene tres), en lugar de repartirlos entre los barrios Confluencia en una punta y San Lorenzo en la otra o bien combinarlos con transportes gratuitos hasta el centro. (Sin contar con que también se construirá en el Parque Central, si Dios quiere, el teatro de la ciudad). Contrastando con Buffolo, Mercedes Lamarca luchará porque toda la obra pública vaya a los barrios amados, mientras que Heriberto Chureo y Jorge Salas, más moderados, ponen a los barrios en primer lugar.
Como quiera que sea, todos irán al moderno edificio del Deliberante que señorea a la ciudad desde lo más alto del Alto neuquino. Y todos, también, aman a la ciudad, cada uno a su manera. Una manera, casi erotizada, es la de Darío Martínez, quien exhibe su foto junto a la leyenda "pasión por Neuquén".
La pureza del bebé se resiente, no obstante, cuando una mirada atenta descubre que el candoroso párvulo nacido con el MPN ha tapado masivamente la imagen de Mariano, que hace poco más de una semana inundaba los pacientes muros neuquinos interesándonos con la adivinanza "Mariano va" que, me atrevo a adivinar, seguirá con "Mariano viene", para rematar con lo que por ahora calla, que será su plan para darnos una ciudad mejor que la que hizo Quiroga.
Hay, para competir con Brillo en la pelea por ir al Congreso, un candidato que por empezar le gana porque es más joven, más lindo y tiene un vigoroso pelo que, no hace mucho, cayó víctima de un peluquero impiadoso. Porque, hay que decirlo, Jesús -que de él hablamos- es otro. Hoy pertenece al pasado aquel político de cabellera negra hasta los hombros que metía miedo a los burgueses de El Rincón Club de Campo. No estamos diciendo que Claudio Silvestrini (de quien algunas pintadas dicen que "puede", y vaya que puede) lo va a votar. Sí decimos que con su nuevo look Jesús busca una mirada distinta de la gente "in". Como para que una señora de Jardines del Rey se interese por "ese joven".
Me quedan unos cuantos candidatos murales por presentar en Neuquén. Habrá tiempo porque las elecciones nacionales son el 28 de junio y las de la ciudad todavía no tienen fecha. Hay uno para diputado nacional, Ramón Rioseco, intendente de Cutral Co, que por ser sólo "testimonial" no asumirá y otro, el kirchnerista Ariel Kogan, que asumirá si lo eligen. Es un modo de ser testimonial también, como lo ha sido su coherencia en la investigación de la corrupción.
En Buenos Aires la pelea por las candidaturas está el rojo vivo. Estimulado por el triunfo de Barack Obama en Estados Unidos, Luis D´Elía le puso un tono racial a la pelea cuando, desoído hasta ahora en su exigencia de un lugar, reclamó "morochos" en las listas, aunque aclaró que "vamos a estar con Néstor y Cristina estemos o no en las listas".
No faltan peleas en la oposición. En esa novedosa creación denominada "peronismo disidente", sólo posible después de la muerte de Juan Perón, todo parecía arreglado cuando Felipe Solá aceptó dejar el primer lugar a Francisco de Narváez, pero ahora el tironeo volvió porque De Narváez no quiere en la lista que encabeza dirigentes de pasado duhaldista (que sería como decir que no quiere a nadie). Son ellos, oh, los que llevó Solá consigo: Osvaldo Mércuri, Carlos Brown y Jorge Sarghini. La última noticia que tengo al cierre de esta edición es que De Narváez se encontró con la tercera pata del trípode, Mauricio Macri, en la Feria del Libro. Pero Solá no fue.
En la Coalición Cívica parecía que Cobos iba a tener una reacción "no positiva" cuando "Lilita" Carrió objetó a uno de los candidatos cobistas, el intendente de Pergamino Héctor Gutiérrez, quien -denunció "Lilita"- era cliente del prostíbulo Spartacus, en donde trabajaban menores. Pero, parece, hubo arreglo porque Gutiérrez declinó la candidatura y Cobos dijo desde Mendoza que "no estoy molesto con Carrió y nunca hablé mal de ella". Y bueno, nada.
JORGE GADANO
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