SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Una discusión por el resultado de un partido de fútbol barrial habría sido el origen de la violenta agresión a balazos de un grupo de personas contra dos miembros de una familia del barrio Dos de Abril.
También, según informaron, en esa banal discusión estaría la causa del posterior incendio de la vivienda de uno de los presuntos agresores.
Varios de los protagonistas de la historia fueron detenidos por la policía de Bariloche horas después de la sucesión de hechos.
En la violenta gresca resultó con un disparo de arma de fuego en el rostro un joven de 20 años, identificado como Alexis Gonzalo Oliva. Su tío, Martín Mamerto Oliva, de 42 años, recibió un disparo en el tórax que le habría afectado órganos vitales. Los amigos y familiares de las víctimas, a su vez, habrían prendido fuego la vivienda de uno de los agresores, situada a unos 200 metros del lugar del primer ataque, e impidieron mediante una lluvia de piedras que se acercaran los bomberos a apagar el incendio.
Los hechos que investigan las autoridades de la Comisaría 28 del barrio Alto comenzaron a desarrollarse en los primeros minutos de la madrugada de ayer en el playón deportivo del barrio Dos de Abril, situado en el sector más cercano a la Ruta 40 de las 34 Hectáreas. En ese playón compartían bebidas alcohólicas varios jóvenes y algunos adultos desde antes de la medianoche, en tanto que recordaban las alternativas del encuentro deportivo que horas antes habían protagonizado dos equipos del mismo barrio.
Esa circunstancia habría motivado la discusión que llevó a los protagonistas hasta una construcción deshabitada, ubicada frente a la vivienda de los Oliva, donde los seis agresores efectuaron disparos contra las víctimas.
La llegada de los policías fue recibida con más disparos, pedradas e insultos de hombres y mujeres del barrio, según informaron, pero aún así los uniformados cargaron en un patrullero al herido más grave, en tanto que sus familiares hicieron lo propio con la víctima baleada en el rostro. Los agresores se ocultaron a unos 200 metros del lugar, pero no salieron indemnes. Después de arrojar nafta contra la vivienda de uno de ellos, defensores de los primeros heridos la prendieron fuego. Luego quisieron "linchar" a los autores de los disparos cuando eran conducidos por la policía. La presencia del juez de turno y su secretario no alcanzó para calmar los ánimos. Después de prender fuego a la casa de los sospechosos, un grupo impidió a los bomberos acercarse a controlar las llamas.
Las autoridades patrullaron el barrio para evitar nuevos enfrentamientos, pero no descartaban que se produjera un rebrote.