NEUQUÉN (AN).- En una época que se plantea complicada los cineastas locales no rebajan sus sueños. Escriben guiones, filman cortos y largometrajes, organizan festivales, planean ciclos de proyecciones y debate y hacen talleres de capacitación. Con más aspiraciones artísticas que económicas producen a pulmón. Hacen pensar que el cine va a existir a pesar de todo.
Entre estos realizadores independientes se destaca el nombre de ARAN (Asociación de Realizadores Audiovisuales del Neuquén), que este 2009 apuesta nuevamente a la difusión del séptimo arte y lanza la octava edición del festival federal de cine y video "Imágenes de la Patagonia", el mayor evento cinéfilo de la región que es valioso por muchas cosas: es cooperativo desde su génesis, estimula la creatividad de los realizadores argentinos, y posiciona a la región en la escena cinematográfica nacional.
Con una cifra récord de 177 filmes que participaron de la convocatoria, el número más alto de todas las ediciones, las producciones audiovisuales seleccionadas (locales y nacionales) se proyectarán en la pantalla del Cine Español desde el 7 al 10 de este mes.
Las películas en competencia se verán desde el jueves por la tarde. Ese mismo día, a las 21, está previsto el acto de apertura del encuentro; y el viernes, además, habrá tres charlas ofrecidas por el jurado del festival en La Conrado Centro Cultural. El cierre del evento será el domingo, con proyecciones y la entrega de premios.
Las realizaciones seleccionadas competirán en primera instancia por la estatuilla del Amonite (creada especialmente por el maestro Jorge Michelotti) y diploma a la mejor producción regional en cada una de las competencias: NOA, NEA, Litoral, Centro, Cuyo y Patagonia. Luego, los filmes ganadores de cada región competirán por el Primer Premio Federal, estatuilla del Amonite y dos mil pesos en efectivo.
Hacer pese a todo
La octava fiesta cinéfila llegó un tiempo después de lo previsto, debido a que el año pasado ARAN tuvo que posponerla por falta de recursos. En aquel momento los realizadores golpearon puertas pero las respuestas no llegaron, o no fueron suficientes. Pese a todo, no bajaron los brazos y siguieron pensando qué hacer, hasta que en diciembre decidieron, según cuentan, "volver al origen, a los amigos, a la familia, al fiel público neuquino".
Fue así que organizaron una rifa que les permitió recaudar el dinero para asegurar el premio al primer lugar federal de la competencia. "Sin duda -dicen los "aranitas"- este premio pertenece a la gente, al público de la ciudad que apoyó desde su primera versión el festival. Así el entusiasmo del público y los realizadores contagió al Estado, empresas e instituciones que decidieron acompañarnos".
Ahora, a lo largo de cuatro días, el evento anual más importante de la cartelera de cine neuquina, que supo construirse y consolidarse desde el 2001, volverá a confirmar sus dimensiones con proyecciones de nombres y estilos para todos los gustos (contando largos y cortometrajes). Ofrecerán un banquete para los amantes del cine. Para ellos, este año el ritual será el mismo. O mejor que antes.