CIPOLLETTI (AC).- Con "la Cazadora", la escultora Pascale Archambault quiso representar un concepto histórico: el personaje principal de una sociedad anciana, responsable de su supervivencia que hoy, atrapada como un fósil entre la roca, despierta sus instintos ancestrales de supervivencia, de liderazgo, de ideologías, retomando la responsabilidad de su propia existencia.
Y aunque no todas las artistas que participaron del III Simposio Internacional de Escultura trabajaron sobre representaciones de género, en las 14 obras quedará registrada la marca de las manos femeninas.
Durante diez días, el simposio congregó a prestigiosas artistas de la región, el país y el exterior. En el parque Rosauer, esculpieron a la vista del público que ayer las despidió durante un acto en el que se les entregó el diploma de participación.
Las obras, en gran formato, serán luego distribuidas en diversos espacios de la ciudad. Once fueron realizadas en mármol travertino y tres en metal.
Una de ellas, le pertenece a un grupo del programa "Comunidades Vulnerables". Doce jóvenes en situación de riesgo social, asesoradas por la escultora Josiana Beain, fueron dándole forma al mármol hasta lograr una obra con sentido estético: la maternidad, el nacimiento y los hijos como parte indisoluble de su realidad sociocultural.
En el encuentro, organizado por la Dirección de Cultura del municipio local, participaron: Carolina Ramersdorfer (Estados Unidos) con la obra "Vista Interior"; Griselda López Paredes (Chile) con "Tiempo Circular"; Songul Telek y Canan Sönmezdag, ambas de Turquía y con obras sin títulos; Beatriz Carbonel Ferrer (España) con "El Descanso"; Tanya Preminger (Israel) con "Four"; Verena Mayer Tasch (Alemania) con "Perla ingabbiata" y Archambault (Canadá) con "La Cazadora".
También estuvieron Nadia Guthmann (Bariloche), Adriana Badii (Buenos Aires) y Julia Farjat (Buenos Aires), con obras sin título, Wicha Mastronardi (Buenos Aires) con "Resistiré" y Rosa del Valle Cabral (Córdoba) con "Oraculum".
Algunas de las obras fueron terminadas poco antes del cierre, por lo que durante toda la jornada el público continuó acercándose al parque.
Además del "alto nivel artístico", los organizadores del simposio rescataron el acompañamiento de la comunidad cipoleña, que dio "innumerables" muestras de apoyo a las escultoras.