NAIROBI (AP).- Piratas somalíes tomaron un carguero operado por una compañía británica de tripulación ucraniana frente a la costa africana, informó un vocero de la OTAN, en tanto un buque de guerra portugués frustró un ataque contra un petrolero noruego en el Golfo de Adén, confiscando cartuchos de dinamita.
El carguero Ariana fue secuestrado durante la noche, un hecho fuera de lo común, dijo el teniente comandante Alexandre Santos Fernandes.
El ataque ocurrió al noroeste de las islas Seychelles, a unos 1.600 kilómetros (1.000 millas) de la zona en la que opera la OTAN, agregó.
Agregó que todos lo tripulantes son ucranianos, pero la empresa propietaria de la nave, Seven Seas Maritime Ltd., no facilitó en número exacto de personas a bordo. Se dijo extraoficialmente que eran 24.
El barco procedía de Brasil y se dirigía a Medio Oriente.
En un incidente por separado, un buque de guerra portugués confiscó explosivos a presuntos piratas somalíes después de frustrar un ataque contra un buque cisterna de petróleo de propiedad noruega en el Golfo de Adén. Se trató de cuatro cartuchos de dinamita P4A.
Fue la primera vez que las fuerzas de la OTAN hallan piratas armados con explosivos, dijo Fernandes en referencia a la fragata portuguesa Corte Real, el buque de guerra que respondió al ataque contra el buque cisterna.
Casi 100 naves han sido atacadas este año por piratas que operan en el litoral somalí, donde no rige la ley a pesar del despliegue de buques de guerra por parte de una decena de países a fin de proteger la vital ruta del Golfo de Adén.
Incluyendo el Ariana, los piratas mantienen bajo su control 17 barcos en la actualidad, con alrededor de 300 tripulantes en total.
Un barco secuestrado, el buque cisterna filipino MT Stolt Strength, fue retenido durante más de cinco meses antes de que se pagara un rescate de 2,5 millones de dólares.
Los piratas liberaron la nave y sus 23 tripulantes el 21 de abril. Los familiares recibieron a los tripulantes librados en el aeropuerto de Manila.
"Todos los días, temimos por nuestras vidas", dijo a The Associated Press el capitán del barco, Abelardo Pacheco, de 62 años .
"La amenaza estuvo presente todo el tiempo, porque si tomábamos una mala decisión... nos dispararían".