CIPOLLETTI (AC).- Danza en el cielo. En la inmensa pared oeste del edificio municipal, en calle Yrigoyen al 300, se desarrollará hoy desde las 21:30 y a 50 metros de altura un espectáculo de emoción y destreza artística de nivel superior. Bailarines, suspendidos en arneses, pondrán en escena la obra "Fuera de órbita", desafiando la gravedad con un complemento de música y luces que posiblemente supere lo que pueda esperar el más imaginativo de los espectadores.
Pájaros humanos en la noche contarán, seguro, con cientos de personas, de todas las edades, que los premiarán con sus aplausos, y que se deberán ubicar en las adyacencias de la intersección de Yrigoyen y Villegas.
La movida de las alturas, con diseño y dirección de Eduardo Olano, durará poco más de 30 minutos y es gratuita.
Esta obra representa las etapas de la vida: nacimiento, niñez, adolescencia y adultez, y los recursos técnicos están al servicio del argumento. "Intentamos contar una historia a través de la música y las proyecciones", dijo Olano.
La interpretación de "Fuera de órbita" correrá por cuenta de ocho bailarines y actores de las compañías "De la Guarda" y "Fuerza Bruta", mientras que la música será ejecutada en vivo por cuatro músicos de la Orquesta Sinfónica de Neuquén.
Decenas de técnicos a cargo del montaje, la seguridad y la iluminación del evento forman parte del contexto de esta fantástica producción.
Ayer, en una ciudad solitaria por el feriado, los técnicos colocaron los soportes de hierro en la zona de la terraza del edificio municipal y hubo algunos ensayos.
La compañía articulada para "Fuera de órbita" se llama Elevé Danza Vertical y tiene la ambiciosa pretensión de generar una atracción infrecuente en la Patagonia, aunque "De la Guarda" ya dictó cátedra en la materia, con su propio estilo, por estos lares.
La idea con "Fuera de órbita" es "diferente" y un punto de partida para seguir haciendo presentaciones de este tipo en otras ciudades del sur del país, en principio, y luego intentar la instalación en las vidrieras de los grandes centros nacionales.
Comienza la obra -siempre con el tema de las etapas de la vida- con el nacimiento, que se simbolizará con dos esferas que descienden de la fachada del edificio y se desploman a un pie de música; sigue la niñez, cuando dos bailarinas con globos de helio sostenidos a sus espaldas ascenderán hasta los 40 metros; la adolescencia se representa por dos bailarines varones colgados del vértice del edificio y se desploman, y la adultez, con dos bailarinas vestidas de rojo y dos parejas, como final, simbolizando una historia de amor.
Una cita con la magia, con bailes cerca del cielo cipoleño. Imperdible.