El artesano neuquino que recibió un disparo a quemarropa en la cabeza mientras dormía en su carpa del balneario municipal, después de participar en una gresca en la que defendió a su novia, ha tenido una evolución favorable y en pocos minutos más lo pasaran de terapia intensiva a terapia intermedia.
Para los profesionales del hospital Castro Rendón, que lo asistieron desde el primero momento, es algo muy poco común que roza el milagro.
La madrugada del jueves pasado Federico Torres (23) había participado de una fiesta donde una broma de mal gusto a su novia derivó en una pelea de puños con un joven oriundo de Buenos Aires que se terminó retirando del lugar.
Horas más tarde el bonaerense volvió con un arma cuando Torres dormían en su carpa y le disparó a quemarropa. Al artesano el proyectil le perforó la frente y le quedó alojado en la zona occipital.
A pesar de la intervención quirúrgica que se le practicó en el hospital regional Castro Rendón no se le pudo extraer el plomo. El joven permaneció en terapia intensiva y su excepcional evolución ha llevado a que lo traspasen, según notificaron autoridades del nosocomio regional, a terapia intermedia.
En cuanto al autor del disparo sólo se supo que abandonó la pensión en la que se alojaba y su trabajo en una juguera del bajo. La policía continúa con su búsqueda.
Agencia Neuquén