CIPOLLETTI (AC).- La insistencia del intendente Alberto Weretilneck sobre la posibilidad de disturbios durante la marcha que los ocupantes iban a realizar ayer al edificio municipal, convenció a los organizadores de "suspender" la manifestación para otra oportunidad.
Mientras, el Ejecutivo municipal no desiste de la idea de realizar una denuncia penal contra los que considera "impulsores" de las tomas de terrenos en esta ciudad.
Ayer se informó que Martín Segovia será el abogado encargado de la presentación que se concretará durante la semana y que incluirá "los nombres de las personas que manejan listados de los ocupantes y que organizan el sector", dijo el asesor legal de la comuna local, Ricardo Apcarian.
En tanto, dirigentes del Partido Obrero adelantaron que le enviarán al jefe comunal una carta documento para que "ratifique o rectifique" sus dichos sobre la responsabilidad de ese partido en las últimas ocupaciones de terrenos que se produjeron en Cipolletti.
Si bien dijeron que defienden a los que "luchan en las tomas por una vivienda digna y comprometen su apoyo, el partido "no es el organizador de las mismas".
La ciudad amaneció ayer con una presencia policial más marcada que en otras oportunidades, sobre todo en el área céntrica.
Por otra parte, el temor era que los ocupantes de las tierras de Circunvalación y Naciones Unidas generaran disturbios durante la marcha para reclamar que la comuna les brinde los servicios necesarios para pasar el invierno en mejores condiciones.
El mismo Weretilneck le pidió a los comerciantes y vecinos de la zona céntrica que estuvieran atentos y que, ante cualquier problema, cerraran sus locales para evitar inconvenientes durante la marcha.
El clima que se generó durante el fin de semana hizo optar a los organizadores por "suspender" la marcha. Dieron luego una conferencia de prensa donde aseguraron que no son "delincuentes" sino "vecinos afectados por la falta de viviendas", mientras reclamaron al intendente que "se haga cargo de la necesidad habitacional" de los cipoleños de menores recursos. Adelantaron que en las dos últimas tomas ya hay cerca de 800 familias.