BRASILIA (AP) .-El presidente Luiz Inácio Lula da Silva defendió ayer a la secretaria general de gobierno, Dilma Rousseff, como candidata a sucederlo en 2010, pese a que ella admitió sufrir de un cáncer linfático.
"Ya dije públicamente que Dilma es mi candidata, pero (su postulación) tiene que pasar por el partido (Partido de los Trabajadores, PT), tiene que pasar por la base aliada´´, declaró Lula a periodistas en la ciudad amazónica de Manaus. "Ahora la prioridad es cuidar la salud de ella, porque con esas cosas no se juega´´, señaló.
Lula dijo estar confiado de que Rousseff, su mano derecha y encargada del principal programa social del gobierno, no va a parar de trabajar por estar en tratamiento.
La ministra anunció el sábado que estaba en un tratamiento de quimioterapia para combatir un cáncer del sistema linfático detectado hace tres semanas durante una evaluación de rutina. No obstante, los informes médicos han revelado que la ministra ya dejó atrás la enfermedad y únicamente debe continuar con el tratamiento para evitar una reaparición del mal. El equipo médico evaluó en más de 90% las posibilidades de cura y la dama de hierro del gobierno Lula fue enfática al asegurar: "Mantendré mis actividades en el mismo ritmo. No hay incompatibilidad entre una cosa (el trabajo) y la otra (el tratamiento)".
Sin embargo, para los analistas es un duro golpe a los planes de sucesión de Lula. "Aunque no lo quiera, Dilma Rousseff tendrá que disminuir la gran exposición pública que Lula planificó para darla a conocer y ganar intenciones de voto", dijo a la el analista Carlos Lopes, de la consultora política SantaFe Ideias. "En los próximos meses podemos esperar aprensión y especulaciones. Se ha indicado que la cura es altamente probable y, si eso se confirma, cuando acabe el tratamiento quedará tiempo hasta las elecciones. Pero si no es así, el PT lo tendrá difícil para encontrar otro candidato", dijo Joao Augusto de Castro Neves, analista de CAC Consultora Política.