Música brasileña, novelas norteamericanas que fueron llevadas al cine, libros de gastronomía de la región escandinava, bibliografía del Che Guevara, comics de Israel y aprestos para la Feria de Frankfurt son algunas de las novedades que presentan este año los stands de las distintas naciones en esta 35ta. Feria del Libro.
Un enorme afiche de Heitor Villa-Lobos (1887-1959), considerado uno de los mayores compositores de música clásica del siglo XX del Brasil es homenajeado en el stand de ese país, cuando se cumplen cincuenta años de su muerte. "Además de libros tenemos un montón de CD y de DVD de música brasileña que oscilan entre los 30 y los 40 pesos", dice Andrea Greschner y agrega que los visitantes piden títulos de todos los géneros, "no se inclinan por uno en particular".
En el espacio de la embajada de los Estados Unidos, un grupo de escritores de esa nacionalidad conversan animadamente, mientras que Hugo Burke, comenta que este año en el bicentenario de Edgar Allan Poe, "se muestran libros suyos llevados a la pantalla grande. Y también de Alfred Hitchcock que siempre dijo que su cine estaba inspirado en la literatura de Poe".
Un joven trabaja sobre una pared del sitio adjudicado a Israel, esboza un dibujo y Ariel Grinstein del stand apunta que se trata de Javier Suppa, quien junto a otros cuatro artistas argentinos están haciendo un diseño en vivo. Este año, "la consigna son los comics y hay varios expuestos en el stand como los de Rutu Modan, una pionera del género en Israel", puntualiza Grinstein.
En el lugar de Francia, son varias las personas que coinciden en pedir diccionarios y métodos de aprendizaje del idioma, "aunque también la gente se muestra interesada en literatura infantil y en autores contemporáneos como Le Clezio", desliza Javiera González Barrenechea.
Al lado, los alemanes despliegan un completísimo muestrario de las letras de su país, y el stand cuenta con un lugar privilegiado para la Feria de Frankfurt, que el año que viene tendrá a la Argentina como invitada de honor.
Una batea está dedicada a los libros estrellas del 2008 y en un panel se muestran los libros más bellos de Alemania, con diseños que salen del montón, fotografías increíbles, y que sobrevuelan desde la literatura infantil a los libros de diseño. También llama la atención la cantidad de ejemplares de novela negra y por supuesto los títulos de la escritora Julia Franck, una de las invitadas especiales a esta edición de la Feria.
Los cubanos presentan en su stand una amplia bibliografía del Che y varias ofertas como "El pensamiento del Che" (15 pesos) y unas tarjetas con su rostro a solo un peso. Aunque en la batea se observa a un precio promocional "El eternauta" (55 pesos) en una muy buena edición.
Suecia, Finlandia y Noruega comparten un mismo espacio para reforzar la presencia de la cultura escandinava que tiene cosas en común pero también sus diferencias marca la sueca Karina Hatzenbuhler.
En una estantería se alinean los libros de Henning Mankell, la visita más esperada de la Feria, porque son pocos los que no hay leído las aventuras del inspector Wallenguer, un personaje creado por el escritor, que también es dramaturgo y ha escrito literatura infantil.
Por 10 pesos hay varios libros de gastronomía, que tienen una inusual buena impresión y diseño: "La cocina finlandesa. Una fusión de oriente y occidente al estilo escandinavo"; "Clásicos de la cocina sueca", y un folleto que sólo por 2 pesos nos revela todos los secretos para preparar el bacalao noruego.
La embajada de Italia y el Instituto Italiano de Cultura tienen un amplio stand, aunque en el sector adjudicado a la Dante Alighieri, se venden libros para aprender el idioma.
"Las personas que se acercan están interesadas especialmente en información sobre distintas regiones de Italia o en cómo realizar trámites de ciudadanía o pasaporte", acotó Catalina Malnero (Télam)