VIEDMA (AV)- La declaración de un testigo complicó la situación de la imputada por el homicidio de un taxista en Viedma.
El hombre, de apellido Garrido, dijo ayer ante el Tribunal que escuchó cuando la joven mujer y los otros imputados que serán juzgados en otro juicio planeó el hecho contra Héctor Andrade.
El testigo que había declarado en la instrucción sin ofrecer los detalles de ayer sostuvo en la audiencia que en esa época era inquilino del padre de la imputada. Relató que en una oportunidad anterior al asesinato de Andrade escuchó que los imputados tramaban ese ataque y sostuvo que hasta le ofrecieron participar y que se negó.
Ante la consulta del Tribunal sobre si el pedido había sido para asesinar a l taxista el testigo aclaró que "sólo fue para apretarlo" y en este sentido consideró que a los autores del hecho "se les fue la mano" al hacer referencia al desenlace fatal de este hecho ocurrido en julio del 2006.
Este testimonio sorprendió ayer en la audiencia no sólo por la crudeza del relato sino porque el testigo no había ofrecido este detalle durante la instrucción de esta causa.
Los jueces Pablo Estrabou, Francisco Cerdera y Jorge Bustamante escucharon también ayer a un policía que investigó el hecho. El uniformado detalló que fueron observados los videos de varios cajeros automáticos de Viedma y que en uno de ellos se pudo observar la imagen de Natalia Araya de 28 años.
Ante la ausencia de un testigo la audiencia pasó a un cuarto intermedio para el 4 de mayo.
Pesa contra la joven, madre de una criatura de dos años, la acusación de ser la autora del delito de "homicidio calificado en concurso real con robo calificado". En un principio hubo cinco imputados, entre ellos un menor, y por razones de trámite sólo llegó a juicio -hasta ahora- la joven Araya, quien cumple con prisión domiciliaria. Es hija de la mujer que era pareja del taxista al momento del asalto seguido de muerte.