NEUQUÉN (AN).- Desconocidos colocaron una bomba de estruendo en la casa de una familia de gitanos ayer a la madrugada. El artefacto rompió la puerta de acceso principal pero no causó lesiones en los ocupantes de la vivienda.
El hecho ocurrió alrededor de las 5 de la madrugada de ayer en una vivienda ubicada en calle Perticone al 900.
Al lugar arribó personal de la comisaría Segunda y bomberos del Cuartel Central junto a la Brigada de Explosivos.
De acuerdo con las pericias se trató de una bomba de estruendo de una considerable potencia que generó daños en la puerta, la pared y la ventana de la vivienda.
A la puerta de madera la detonación le despedazó dos de los cuadrantes de la parte inferior y torció el marco.
Producto de la onda expansiva se rompió toda la parte lateral de un sillón que estaba a unos pocos metros del puerta dañada.
La familia que se encontraba durmiendo en el comedor, cercano a la puerta, con colchones en el piso, de acuerdo a su cultura, no sufrieron lesiones. Según los ocupantes, había 15 personas pernoctando.
"Los niños estaban con molestias en los oídos producto de la magnitud de la detonación pero no le pasó nada", explicaron desde bomberos.
Ante las consultas policiales, los gitanos aludieron no haber tenido ningún inconveniente por la actividad comercial que realizan -venta de automotores- por lo que no se explican la agresión recibida.
"No sé quién fue, no sé quién fue", repitió varias veces ante las cámaras de canal 7 el dueño de casa.
La causa está siendo investigada por personal de la comisaría Segundo y se encuentra en manos del juzgado de Instrucción 3 y la fiscalía General.