Lunes 27 de Abril de 2009 Edicion impresa pag. 16 > Internacionales
Fórmula del hombre record

Hace tres años era un desconocido. Pero el presidente Rafael Correa ideó la fórmula del éxito para un país inestable: gastar en los pobres, ridiculizar a la oposición, hablarle duro a Washington y pregonar el fin del capitalismo. Correa, de 46 años y con apenas dos como jefe de Estado, es el hombre de los records en la política ecuatoriana: el líder más popular, con más triunfos electorales en menor tiempo y el primero en conseguir una histórica reelección hasta 2013 en las últimas tres décadas. El presidente llegó al poder en 2006 justamente con un desafío: terminar su mandato en una década marcada por la inestabilidad política.

Correa, quien se presenta como un católico humanista de izquierda, resume en una palabra su "revolución ciudadana" y es "justicia". En ese propósito Correa ha sido tan despiadado con sus enemigos como generoso con sus aliados.

Ajustó cuentas con los partidos tradicionales y la prensa, expropió bienes a los banqueros, forzó a las petroleras a cambiar sus contratos en beneficio del Estado, suspendió el pago de la deuda externa que consideró ilegítima y les propuso a los acreedores la recompra con un descuento de 70%. Con un origen humilde y lejos de su padre, quien estuvo preso en EE. UU. por tráfico menor de drogas, logró graduarse como economista y estudiar becado en EE. UU. y Bélgica. A su regreso a Ecuador casi por azar llegó al Ministerio de Finanzas en 2006, de donde fue expulsado por el gobierno de Alfredo Palacio debido a sus posturas radicales contra el FMI. De ese fracaso salió casi en hombros y en meses fue candidato y más adelante presidente.

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