CIUDAD DEL VATICANO .-Benedicto XVI proclamó a cinco nuevos santos, cuatro italianos y un portugués, modelos para una "sociedad desorientada y muchas veces herida", en los que se puede encontrar inspiración incluso para superar la crisis económica, clamó el sumo pontífice.
Al repasar sus biografías, durante la celebración eucarística que presidió en una plaza de San Pedro del Vaticano prácticamente llena de fieles, el Papa invitó a "liberar a Dios de las prisiones en las cuales lo han confinado los hombres.".
Los nuevos santos son todos religiosos y la mayoría, a excepción del héroe portugués Nuno de Santa María Álvares Pereira (1360-1431), trabajaron en la fundación de congregaciones.
Al evocar en la homilía, pronunciada en italiano y portugués, la vida de san Arcangelo Tadini (1846-1912), sacerdote de Brescia, mostró las iniciativas que impulsó para resolver las graves situaciones creadas por la crisis económica de su época, motivos de inspiración para la actual.
"Cuán profética fue la intuición carismática de don Tadini y cuán actual permanece hoy su ejemplo, en una época de grave crisis económica. Él nos recuerda que sólo cultivando una constante y profunda relación con el Señor, especialmente en el Sacramento de la Eucaristía, podemos ser capaces de brindar la levadura del Evangelio a las diferentes actividades laborales y a cada ámbito de nuestra sociedad", constató el Papa.
También resaltó la figura de Bernardo Tolomei (1272-1348), abad, fundador de la Congregación de Santa María del Monte Oliveto de la Orden de San Benito, a quien el Papa presentó como "auténtico mártir de la caridad", pues falleció por atender a los monjes que habían contríado la grande peste del 1348.
Entre los nuevos santos también se encuentra Nuno de Santa María (1360-1431), jefe del ejército portugués, que dirigió varias victorias contra los castellanos. Tras la muerte de su esposa, entregó sus bienes y entró en un convento de carmelitas que él mismo había fundado. Como religioso se dedicó totalmente a la asistencia de los pobres y para ellos organizó la distribución diaria de comida.
Al recordar a la nueva santa Gertrude Comensoli (1847-1903) explicó que fundó el Instituto de las Hermanas del Santísimo Sacramento "para traducir la ´caridad contemplada´ en el Cristo Eucarístico, en ´caridad vivida´, dedicándose al prójimo necesitado".
También presentó el modelo de santa Caterina Volpicelli, fundadora de la Congregación de las Esclavas del Sagrado Corazón, "quien se esforzó por ´ser de Cristo, para llevar a Cristo´ a cuantos encontró en Nápoles a finales del siglo XIX. (ZENIT)