Domingo 26 de Abril de 2009 Edicion impresa pag. 5 > Nacionales
Sobreseyeron al médico López Proumen
Lo habían acusado de falso testimonio en el juicio de "La Escuelita"

NEUQUÉN (AN).- El médico Ignacio Raúl López Proumen fue sobreseído de la causa que se le abrió por falso testimonio, por una presunta contradicción en su declaración en el juicio a los militares que finalmente fueron condenados por delitos de lesa humanidad durante la dictadura militar. La jueza federal Margarita Gudiño de Argüelles entendió que no incurrió en tal delito y marcó errores del Tribunal Oral Federal que dispuso su detención.

Al margen del punto de conflicto, López Proumen relató en el juicio cómo había atendido a una mujer, embarazada y vendada, en el centro de detención "La Escuelita" que funcionó en el cuartel de la Ruta 22. Admitió que nunca se ocupó de saber cuál fue el destino de esa víctima y dijo que no había informado el hecho a sus superiores.

El pedido de procesamiento lo había hecho el abogado Gustavo Olivera, subrogante del fiscal federal José María Darquier. Había sido Olivera, quien actuó como defensor en el juicio oral, junto a otros defensores, el que había planteado la acusación a López Proumen el día de su declaración.

El tema contradictorio que motivó la causa de falso testimonio, fue que ante el juez de instrucción López Proumen dijo que había visto a un Ford Falcon, con personal de Inteligencia del Ejército, vestido de civil, dirigiéndose a "La Escuelita". En el juicio dijo que no recordaba esa declaración. En su fundamento la jueza sostuvo que "no surge de ninguna de las manifestaciones del imputado que conociera la discordancia entre lo que expone y que considera la verdad. Por el contrario, manifiesta claramente no recordar lo dicho en la anterior declaración quedando en consecuencia desdibujada la voluntad del mismo de querer expresar lo no verdadero".

Agregó que en esas circunstancias el tribunal "debe leerle la declaración anterior para refrescar la memoria del testigo... pero la Cámara no le leyó nada".

Indica que por el contrario el tribunal permitió que el testigo siguiera declarando "en forma confusa, porque confusa era la forma en que se requería el testimonio y confuso era el ambiente que rodeaba al declarante, dado que el caso que se trataba era de grave afectación social".

López Proumen actuaba con el grado de teniente en la Sexta Brigada cuando ocurrieron los hechos. Declaró que ese hecho lo perturbó, que sus amigos le habían advertido que en el cuartel pasan cosas irregulares, pero nunca denunció ese episodio.

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